¿Qué es el trastorno de ansiedad generalizada (TAG)?

"En algunas ocasiones es perfectamente normal sentirse ansioso y experimentar una sensación ocasional de ansiedad: experimentar un leve miedo y agitación antes de un examen escolar o universitario, una entrevista de trabajo, un examen médico, decisiones importantes en la vida como el matrimonio o el nacimiento de un hijo, la decisión de comprar nuestra primera casa u otras elecciones importantes que afectarán a nuestro futuro. Pero cuando el miedo a los acontecimientos influye fuertemente en nuestra vida y se prolonga durante más de seis meses continuos, puede ser conveniente buscar el consejo de un especialista".

Estos son algunos de los síntomas que, si aparecen de forma repetitiva y prolongada, deben alertarnos:

1. alteraciones del sueño: insomnio, dificultad para conciliar el sueño, sueño perturbado por pesadillas, pensamientos recurrentes, despertares frecuentes, o viceversa se tiende a dormir más durante el día que por la noche. Hay una irregularidad en el ritmo de sueño-vigilia;
2. pensamientos negativos recurrentes: preocupaciones recurrentes y excesivas sobre el futuro (cavilaciones), incapacidad de pensar en otra cosa, la mente siempre "cae" en los mismos "temas/memorias", especialmente por la noche;
3. miedo y evasión: miedo a no ser capaz de afrontar las situaciones, a verse desbordado por la ansiedad y a tener grandes dificultades para afrontar la vida cotidiana. Con el tiempo, se puede asistir a la promulgación de conductas de evitación que llevan a renunciar a una serie de compromisos o situaciones en las que podrían manifestarse los síntomas de ansiedad, como, por ejemplo, ir al trabajo o a la escuela, asistir a eventos o aceptar invitaciones (avisando con antelación de que no se va a ir), acudir a citas,..;
4. cansancio: se siente una sensación de fatiga excepcional en la realización de los actos cotidianos, esas mismas acciones rutinarias (hábitos) que antes no creaban ningún malestar ahora sí lo hacen, uno se siente cansado de forma desmotivada y en ausencia de un verdadero esfuerzo;
5. agitación: se siente un estado de alerta constante, como si en cualquier momento uno pudiera ser llamado a tomar decisiones importantes o ser llamado a la acción. Se experimenta, por tanto, una sensación de inquietud que puede derivar en una especial irritabilidad;
6. un sentimiento de estar aplastado por los acontecimientos: uno se siente sin posibilidad de adaptarse a la situación histórica actual, le gustaría poder manejar el futuro (el corto plazo) y poder planificar todo con antelación teniendo ciertas fechas. La incertidumbre sobre estos datos que faltan crea una respuesta de ansiedad desproporcionada (ansiedad patológica) y, en ciertos casos, compulsiones de control;
7. tensión muscular: se siente rigidez o dolor en ciertas partes del cuerpo, por ejemplo, la base del cuello, los hombros, la espalda, los brazos, las piernas, las manos, etc.
8. dificultad para concentrarse y lapsos de memoria: se tiene más dificultad que en el pasado para concentrarse para realizar una actividad cotidiana y rutinaria (por ejemplo, leer un libro, escribir un texto, cocinar, lavar, etc.) y se pueden experimentar lapsos de memoria, es decir, la percepción de que falta alguna información en los recuerdos almacenados en la memoria, con mayor frecuencia en la memoria a corto plazo, pero también en la memoria a largo plazo.

Entre las situaciones más frecuentes capaces de provocar un episodio de ansiedad ocasional que puede convertirse en TAG están los acontecimientos vitales (esperados o imprevistos) que en un sujeto con ansiedad crónica tienen el efecto de provocar reacciones excesivas (conductuales y/o verbales). Entre ellas se encuentran, por ejemplo:

• hacer los exámenes de la escuela;
• someterse a una entrevista de trabajo;
• sentirse incapaz de gestionar el tiempo;
• ir de viaje;
• salir con gente nueva;
• miedo a no poder vivir una relación satisfactoria y duradera;
• miedo a no poder convivir bien con la pareja, los padres y los hijos;
• tener miedo al deterioro cognitivo en la vejez o tras una enfermedad neurológica (temores del paciente y de sus familiares/cuidadores);
• experimentar dificultades en las relaciones con los compañeros de trabajo;
• tener miedo a los médicos y a los hospitales;
• experimentar ansiedad por el rendimiento en general.

"A nivel psiquiátrico, como se ha mencionado anteriormente, para que el TAG sea diagnosticado, se debe experimentar una ansiedad y una preocupación omnipresentes e incontrolables durante al menos 6 meses, que interfieran en el funcionamiento del paciente a varios niveles (laboral, social, escolar, familiar). Además, deben estar presentes al menos tres de los síntomas descritos anteriormente.

Es necesario entonces verificar", señala el experto, "que la sintomatología ligada al diagnóstico de TAG no esté causada por otros trastornos psiquiátricos concomitantes u otras condiciones médicas o por la ingesta de sustancias específicas (por ejemplo, sustancias psicotrópicas/drogas y alcohol, fármacos para el tratamiento de otras patologías que podrían tener efectos secundarios en el aumento de la ansiedad).

El psiquiatra realiza el diagnóstico de TAG mediante la recopilación de información clínica sobre los síntomas, su duración, frecuencia e interferencia con el funcionamiento.

Puede utilizar escalas auto o heteroadministradas: un cuestionario de diagnóstico útil para recoger la anamnesis, es decir, el conjunto de informaciones relativas a la historia clínica del paciente, para evaluar la evolución clínica del paciente en el tiempo y en relación con la terapia propuesta.

"Diario de la ansiedad": cómo funciona

Una herramienta muy útil para diagnosticar el TAG y establecer la psicoterapia más eficaz, para resolver y prevenir futuras crisis de ansiedad, es el "diario de ansiedad": el psiquiatra y el psicoterapeuta piden al paciente que anote en un diario o calendario la frecuencia y los motivos de la ansiedad. Se les pide que describan con gran detalle la situación y las emociones experimentadas antes de tener el único ataque de agitación e irritabilidad, así como la duración de la sensación de malestar experimentada.

Con el diario de ansiedad se obtienen dos resultados: 

• se puede informar al psiquiatra y al psicólogo de cuántos y cuáles son los acontecimientos que se viven con ansiedad en un día, en una semana, en un mes. En cada sesión llevará el diario actualizado y lo comentarán juntos;
• será muy útil para aumentar el grado de conciencia y, en consecuencia, la autoestima y la sensación de control del paciente sobre los hechos de la vida y la gestión de sus propias emociones sobre los acontecimientos que le generan ansiedad/agitación, con un efecto preventivo sobre el posterior ataque o contención de las emociones negativas y fuera de control.

En el Centro de Trastornos del Estado de Ánimo del IRCCS San Raffaele Turro se adopta un enfoque multidisciplinar para tratar la ansiedad, que implica la intervención conjunta del psiquiatra y del psicólogo/psicoterapeuta.

El psiquiatra recomienda las terapias farmacológicas más eficaces en el manejo y tratamiento de la ansiedad leve o grave.

El psicoterapeuta aconseja al paciente ansioso que realice un curso de psicoterapia específico que pueda aliviarle la sensación de ansiedad y le enseñe a gestionar el estado ansioso y sus efectos.

El diálogo constante con el profesional a través de sesiones periódicas de psicoterapia (presenciales o también on-line) permite al paciente: 

• aliviar el estrés generado por la ansiedad exponiendo libremente todos los pensamientos que preceden y siguen al acontecimiento que provoca la ansiedad;
• analizar los hechos que generan frustración y miedo;
• encontrar estrategias para gestionar y prevenir nuevos ataques de ansiedad y agitación. 

Este curso se basa en entrevistas periódicas (semanales, quincenales, mensuales), que pueden reservarse bien a nivel del Servicio Nacional de Salud (SSN) con una simple solicitud del médico de cabecera, que emitirá una prescripción de "Primer examen psiquiátrico - Motivo: (síntomas atribuibles a) la ansiedad, la angustia", o bien de forma privada.