Cálculos renales, ureterales y vesicales

¿Qué es?

La calculosis (o litiasis, del griego lithos, piedra) es una de las condiciones patológicas que con más frecuencia afectan a las vías urinarias. Consiste en la formación de agregados de minerales y sustancias orgánicas que, una vez precipitados, aparecen como guijarros dentro de las cavidades excretoras del riñón. El principal problema que causan los cálculos renales es que pueden obstruir el paso de la orina a la vejiga. Esta obstrucción puede afectar a casi toda la longitud del tracto urinario. Hablamos de cálculos renales cuando los cálculos se encuentran en los riñones, de cálculos ureterales cuando los cálculos del riñón entran en el uréter y de cálculos vesicales cuando los cálculos se encuentran en la vejiga. Cuando los cálculos se encuentran en la vejiga, pueden haber descendido desde el riñón o pueden haberse formado directamente en la vejiga debido a la estasis urinaria que se produce en algunos pacientes con hipertrofia prostática benigna. Aunque la litiasis vesical solía ser la más común de las tres, en la actualidad es, con mucho, la menos frecuente, habiendo dado paso a la litiasis renal y ureteral. La calculosis urinaria es un evento muy frecuente (y globalmente creciente) en la población general: se estima que puede afectar hasta el 10-15% de los individuos adultos, teniendo en cuenta las diferencias de edad, sexo, etnia y latitud; se sabe que los hombres (pico de incidencia 30-69 años) se ven afectados unas tres veces más que las mujeres (pico de incidencia 50-79 años), aunque esta diferencia es cada vez menor. Otros factores de riesgo son la raza caucásica, vivir en regiones cálidas y áridas, trabajo sedentario y exposición a altas temperaturas, obesidad, antecedentes familiares, presencia de malformaciones renales y escasa ingesta de agua. La formación de cálculos renales, por tanto, no se produce siempre en todos los sujetos, sino sólo en algunas personas y en determinados momentos, debido a la alteración de los equilibrios en la cantidad de sustancias eliminadas por el riñón en la orina y en presencia de un volumen urinario inadecuado para evitar que estas sustancias se precipiten y aglomeren formando cálculos. Estas alteraciones pueden ser momentáneas (limitadas a momentos concretos de la vida, influenciadas por los factores mencionados anteriormente) o continuas (alteraciones metabólicas). Existen diferentes tipos de cálculos, clasificados según su composición química: los más frecuentes son los que contienen calcio (alrededor del 75% del total), sobre todo los que contienen oxalato de calcio (alrededor del 60% del total). De los cálculos sin calcio, los que contienen ácido úrico son los más frecuentes. La mayoría de los cálculos se forman debido a una combinación de factores genéticos y ambientales.

¿Cuáles son los síntomas?

El principal síntoma de la calculosis es el cólico, un dolor agudo y muy intenso asociado a náuseas, vómitos y malestar general. Este dolor adquiere características diferentes según la localización del cálculo: a nivel renal (cólico renal) habrá un dolor sordo y constante en la región lumbar que se irradia hacia la cadera y la parte anterior; a nivel ureteral (cólico ureteral) el dolor será a menudo intermitente y variable según la localización a lo largo del recorrido del uréter, partiendo de la cadera y alcanzando la ingle, el testículo en los hombres y los labios mayores en las mujeres y la cara interna del muslo. En cuanto a los cálculos de la vejiga, será más frecuente la presencia de sangre en la orina, dificultad y dolor al orinar, dolor difuso en el bajo vientre y aumento de las ganas de orinar por la noche.

  • cólico renal   
  • cólico ureteral   
  • presencia de sangre en la orina   
  • dificultad y dolor al orinar   
  • dolor generalizado en la parte baja del abdomen   
  • aumento de las ganas de orinar por la noche    

¿Cómo se diagnostica?

Examen urológico: durante el examen se recoge información clínica personal y familiar. Radiografía del abdomen: destaca los cálculos radiopacos, llamados así porque no se dejan penetrar por los rayos X. Ecografía del aparato urinario: muestra el estado de dilatación de las cavidades renoureterales y también los cálculos radiolúcidos, llamados así porque permiten el paso de los rayos X. TC del abdomen: Una TC del abdomen, una investigación radiológica con o sin medio de contraste, según el caso, es necesaria para obtener una indicación precisa de la presencia de cálculos, su localización, tamaño y las consecuencias causadas al tracto excretor. Análisis de sangre y orina: detectan cambios metabólicos o funcionales en el sistema excretor y posibles restos de sangre en la orina o agregados de cristales.

Exámenes sugeridos

¿Cómo se trata?

CALCULOSIS RENAL Litotricia extracorpórea por ondas de choque (ESWL): fragmentación del cálculo desde el exterior con ondas de choque. Tratamiento aplicable en presencia de cálculos renales no especialmente duros, de tamaño inferior a 2 cm y en pacientes de peso normal. Nefrolitotomía percutánea (NLP): técnica mínimamente invasiva que consiste en acceder a las cavidades renales mediante un acceso percutáneo y realizar una litotricia con energía balística y/o ultrasónica. Esta técnica se utiliza para los cálculos grandes (> 2 cm). Litotricia endoscópica con acceso retrógrado (ureterorenoscopia o URS): técnica mínimamente invasiva que consiste en subir al interior del riñón recorriendo las vías urinarias (uretra, vejiga y uréter) para llegar a los cálculos y fragmentarlos con energía láser.

CALCULOSIS URETERAL Litotricia extracorpórea por ondas de choque (ESWL): fragmentación del cálculo desde el exterior con ondas de choque. Sólo se aplica en casos seleccionados (cálculos < 1cm y bien visibles en la ecografía/fluoroscopia en pacientes de peso normal). Litotricia endoscópica con acceso retrógrado (ureterorenoscopia o URS): pasando a través de la uretra y la vejiga (acceso retrógrado) con instrumentación endoscópica, el cálculo asciende al uréter donde se fragmenta con energía láser.

CALCULOSIS VESICAL Litotricia transuretral endoscópica: pasando por la uretra, se llega a la vejiga donde los cálculos se fragmentan con energía láser.

COMPLICACIONES POSIBLES La litotricia extracorpórea por ondas de choque (ESWL) y la litotricia endoscópica (URS) son tratamientos menos invasivos que la nefrolitotomía percutánea, que expone al paciente a un mayor riesgo de hemorragia. En la litotricia extracorpórea por ondas de choque, es frecuente observar sangre en la orina después del tratamiento, generalmente de baja magnitud, y pueden producirse hematomas renales o roturas de riñón, aunque en tasas muy bajas. En la litotricia endoscópica con acceso retrógrado, pueden producirse lesiones en el uréter que requieran excepcionalmente una intervención quirúrgica correctiva, o puede producirse un estrechamiento del uréter en un momento posterior.

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