Linfadenectomía pélvica y retroperitoneal

¿Qué es?

La linfadenectomía (pélvica o retroperitoneal) consiste en la extirpación de los ganglios linfáticos, procedimiento necesario si los hallazgos diagnóstico-radiológicos sugieren un alto riesgo de afectación por enfermedad neoplásica. Los ganglios linfáticos son pequeños orgánulos con la función de filtrar líquidos y proteínas de todo el cuerpo.

¿Cuándo está indicado este procedimiento?

Cuando un órgano enferma de cáncer, es posible que algunas células cancerosas salgan de sus límites y sean captadas por los ganglios linfáticos más cercanos. Por este motivo, en algunos pacientes con tumores urológicos pélvicos, como el cáncer de próstata o el de vejiga, se realiza la extirpación de los ganglios linfáticos para obtener una estadificación más precisa de la enfermedad. Además, la eliminación de los focos de metástasis puede tener un efecto en la historia natural de la enfermedad al maximizar el control oncológico y reducir el riesgo de recidiva.

¿Cómo se realiza?

La operación se realiza bajo anestesia general. El procedimiento clásico suele consistir en una incisión abdominal media, supraabdominal o submedial, dependiendo de dónde se encuentren los ganglios linfáticos afectados por la enfermedad (pelvis o retroperitoneo). Si los ganglios linfáticos afectados por la enfermedad están situados a nivel retroperitoneal, la operación implica inicialmente un acceso transperitoneal a la cavidad abdominal y la derotación de la matriz intestinal para acceder al retroperitoneo.

Step 1

A continuación se extirpan los ganglios linfáticos, que se encuentran cerca de los grandes vasos sanguíneos retroperitoneales, la aorta y la vena cava. El procedimiento consiste, cuando el estadio de afectación de los ganglios linfáticos lo permite, en preservar los nervios de la cadena del sistema simpático, responsables de la eyaculación.

Step 2

Una vez extirpados los ganglios linfáticos, se colocan 1-2 pequeños tubos de drenaje en el retroperitoneo, que permiten controlar cualquier pérdida de sangre o linfa. En los casos en los que los ganglios linfáticos afectados por la enfermedad se encuentran en la pelvis, la operación comienza con una incisión en la pared abdominal, que suele comenzar justo debajo del ombligo y se extiende hasta el pubis.

Step 3

A continuación se accede a la pelvis, donde se encuentran los ganglios linfáticos que drenan la próstata y la vejiga.

Step 4

A continuación, se extirpan los propios ganglios linfáticos, que se encuentran cerca de los vasos ilíacos y obturadores.

Step 5

A continuación se colocan uno o dos tubos de drenaje en la excavación pélvica, que saldrán de la piel lateral a la herida mediana. Durante ambos procedimientos, se coloca una sonda vesical para controlar la diuresis.

Step 6

Además, ambas intervenciones en nuestro Instituto pueden realizarse con tecnología asistida por robot (con el sistema Da Vinci®).

Recuperación

La recuperación suele ser rápida, normalmente ya el primer día después de la cirugía el paciente puede volver a caminar y alimentarse, lo que favorece el movimiento intestinal y la circulación. Los tubos de drenaje se retirarán tan pronto como la cantidad de líquido drenado sea pequeña. El alta hospitalaria se produce tras unos 4 días de hospitalización, el paciente volverá a la consulta externa tras unos 7-10 días para una revisión de la herida quirúrgica y la retirada de la sonda vesical.

Complicaciones a corto plazo

Las complicaciones a corto plazo incluyen infecciones (alrededor del 10% de los casos), problemas con las heridas (alrededor del 5% de los casos), problemas debidos a la lesión de los grandes vasos sanguíneos (hemorragia), problemas debidos a la lesión de los nervios periféricos (neuropatía dolorosa, déficits motores y de sensibilidad en zonas específicas de la pelvis y los miembros inferiores) y, por último, problemas debidos a la inmovilización, como la trombosis (alrededor del 1% de los casos). En algunos casos puede haber una acumulación de linfa (linfocele) que se infecta y produce fiebre y requiere un drenaje percutáneo y terapia antibiótica.

Complicaciones de larga duración

Las complicaciones a largo plazo son las hernias incisionales y la acumulación de linfa en los miembros inferiores (linfedema) y en los órganos genitales externos; en última instancia, la ausencia de eyaculación si se extirpan los ganglios linfáticos retroperitoneales.

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