Osteomielitis

¿Qué es?

Las lesiones por traumatismos graves, heridas por arma de fuego, heridas por explosiones de guerra y mordeduras de animales suelen provocar daños graves en los tejidos blandos. La principal preocupación en relación con las fracturas abiertas es que pueden dar lugar a contaminación y, posiblemente, a una osteomielitis crónica subsiguiente. La osteomielitis representa un proceso inflamatorio progresivo causado por agentes patógenos, que provoca la destrucción del hueso y la formación de un secuestro. Puede presentarse con periodos de inactividad de duración variable tras la lesión. Su tratamiento sigue siendo un reto, que requiere un enfoque multidisciplinar, con la participación de radiólogos, infectólogos, cirujanos ortopédicos y cirujanos plásticos. En todos los casos debe considerarse un tratamiento combinado antimicrobiano y quirúrgico, que incluya una gestión adecuada del espacio muerto y la posterior reconstrucción. Cada tratamiento debe adaptarse a cada paciente en función de la gravedad y la duración de los síntomas, así como de la respuesta clínica y radiológica al tratamiento. Es importante tener en cuenta que pueden producirse recaídas, incluso después de un tratamiento aparentemente exitoso.

¿Cuáles son los síntomas?

La osteomielitis es una infección de un hueso. Las infecciones pueden llegar a un hueso viajando por el torrente sanguíneo o propagándose desde los tejidos cercanos. En otros casos, una fractura abierta o una intervención quirúrgica pueden exponer el hueso a la infección. A veces, la osteomielitis no causa signos ni síntomas, o los signos y síntomas son difíciles de distinguir de otros problemas.

  • hinchazón
  • fiebre
  • adormecimiento
  • dolor
  • calor y enrojecimiento en la zona de la infección
  • fatiga
  • sepsis
  • fugas a través de la herida
  • pérdida de la capacidad de movimiento

¿Cómo se diagnostica?

Las investigaciones de laboratorio pueden ser útiles, pero generalmente carecen de especificidad para la osteomielitis. Los cultivos microbianos son esenciales para el diagnóstico y el tratamiento de la osteomielitis. El criterio de referencia para el diagnóstico de la osteomielitis es la presencia de cultivos óseos positivos y el examen histopatológico del hueso. Las modalidades más útiles son la radiografía simple, la resonancia magnética (RM) y la gammagrafía ósea con glóbulos blancos marcados combinada con la TC.

Exámenes sugeridos

¿Cómo se trata?

El objetivo ideal del tratamiento de la osteomielitis crónica es la erradicación completa de la infección, preservando al mismo tiempo los tejidos blandos circundantes, curación del segmento óseo y conservación de la longitud y la función de la extremidad.     

  • Terapia con antibióticos
    El tratamiento eficaz de la osteomielitis crónica requiere una terapia antimicrobiana prolongada, diseñada adecuadamente tras la identificación de los organismos infecciosos y su susceptibilidad.                                                                               
  • Desbridamiento quirúrgico
    Lo esencial para el éxito del tratamiento de la osteomielitis crónica es el desbridamiento quirúrgico agresivo del tejido infectado y desvitalizado, la eliminación del material de fijación o protésico, con una escisión amplia con márgenes vasculares claros.
  • Reconstrucciones de tejidos blandos

La cobertura de tejidos blandos altamente vascularizados en un procedimiento de una o dos fases con transferencia microvascular de músculo libre o transposición de colgajos locales es obligatoria para obtener un tratamiento eficaz.

Procedimientos sugeridos

¿Dónde lo tratamos?

En el Grupo San Donato, puede encontrar :especialistas en afecciones en estos departamentos:

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