TC del macizo facial

¿Qué es?

La tomografía computarizada (TC) es un examen de rayos X que aprovecha la diferente penetración de los rayos X en los tejidos de nuestro cuerpo.  En principio, es como si se tomaran muchas radiografías desde distintos ángulos, que luego se reconstruyen de forma que se obtienen imágenes muy precisas (es decir, de alta resolución) en los distintos planos del espacio. En algunos casos, el examen se realiza con medio de contraste, lo que permite evaluar la vascularización de ciertas lesiones en particular.

¿Cuándo está indicado este examen?

A nivel del macizo facial, la TC permite poner de manifiesto alteraciones anatómicas y flogísticas de las estructuras nasosinusales, como la desviación del tabique nasal, la presencia de hipertrofia de los cornetes, la afectación flogística de los senos paranasales (lo que también permite suponer la etiología), la presencia de erosiones óseas o de lesiones neoplásicas (en este último caso, suele estar indicado el medio de contraste).

También proporciona información indispensable para la correcta planificación quirúrgica; de hecho, es uno de los exámenes preoperatorios fundamentales en esta zona.

¿Cómo se realiza?

Por lo general, se realiza haciendo que el paciente se tumbe en una camilla deslizante, que luego pasa al interior de un "anillo" donde se emiten y reciben los rayos X. El proceso de adquisición dura desde unas decenas de segundos hasta unos minutos; si se utiliza medio de contraste, se proporciona acceso venoso al paciente y, al final de la primera adquisición, se administra el medio de contraste por vía intravenosa y se repite la adquisición de imágenes.

Para que el examen tenga éxito, el paciente debe cooperar, pero la rapidez de su ejecución y la ausencia total de dolor lo hacen muy bien tolerado. Si el examen se realiza con medio de contraste, es necesario estar en ayunas y realizar un recuento reciente de creatinina (un análisis de sangre que evalúa la función renal).

Contraindicaciones

El examen es generalmente bien tolerado incluso por los pacientes claustrofóbicos. A diferencia de la resonancia magnética, la tomografía computarizada utiliza radiación ionizante, aunque en cantidades reducidas en comparación con el pasado; por este motivo, siempre debe evaluarse el balance riesgo-beneficio de este examen, especialmente en pacientes pediátricos. La calidad del examen puede verse reducida por la presencia de cuerpos metálicos, incluidos los implantes dentales, pero esto no constituye una contraindicación absoluta para su realización. Por otro lado, es un examen difícil de realizar en pacientes que no colaboran en absoluto o que no pueden mantener la posición supina ni siquiera durante un breve periodo de tiempo. La posibilidad de utilizar el medio de contraste debe ser cuidadosamente evaluada en pacientes con insuficiencia renal crónica o alergia a este fármaco, pero en algunos casos el examen se realiza de todos modos, después de una preparación adecuada.

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