Tratamiento quirúrgico de la escoliosis en adultos

¿Qué es?

La intervención quirúrgica tiene como objetivo estabilizar el tracto espinal afectado, mejorar el equilibrio sagital y coronal, evitar la progresión de la deformidad y obtener una corrección de la misma, mejorar los síntomas neurológicos o álgicos en caso de estar presentes.

Dificultad técnica:
alta
Duración media del procedimiento:
6 horas
Duración media de la estancia hospitalaria:
6 días

¿Cuándo está indicado este procedimiento?

Los pacientes con escoliosis del adulto (> 18 años y risser 5) están indicados para el tratamiento quirúrgico cuando presentan un dolor incapacitante, resistente a la terapia médica y física y que se presenta durante al menos 6 meses, especialmente si hay irradiación del dolor a los miembros inferiores con o sin la presencia de claudicación neurológica o déficit neurológico.

Igualmente importante es la evaluación del cuadro clínico y radiológico sobre la presencia de posibles desequilibrios frontales y sagitales, que condicionan la elección del programa quirúrgico.

¿Cómo se realiza?

La intervención quirúrgica, realizada bajo anestesia general, consiste en la realización de una intervención posterior instrumentada es decir, la corrección de la curva escoliótica y la fijación de las vértebras implicadas utilizando instrumentos especiales consistentes en tornillos y conectores biocompatibles.  Se aplica un injerto óseo para permitir una unión permanente entre las vértebras de la zona cruzada seleccionada y el propio injerto óseo. Tras colocar al paciente en posición prona en el lecho de artrodesis, se lleva a cabo una cuidadosa esterilización y preparación del campo operatorio, incisión cutánea toracolumbar longitudinal, esqueletización de la zona de artrodesis predefinida. La artrodesis vertebral predeterminada se realiza con barras de síntesis de titanio y cromo-cobalto, utilizando el hueso obtenido de la cruentación como injerto con tornillos de hueso sintético añadido posicionado bajo el control del amplificador de luminosidad, realizado bajo la monitorización continua de los potenciales evocados motores y somatosensoriales. Además de la artrodesis simple, muy a menudo se pueden asociar otras operaciones, según las diferentes necesidades, para ayudar a resolver o mejorar el cuadro clínico y radiográfico: descompresión neurológica, artrodesis intercorporal posterior con jaulas, artrodesis intercorporal lateral con jaulas, osteotomías de corrección en el plano coronal y/o sagital.

Recuperación

El paciente suele ser dado de alta al sexto día en el estado general a un centro fisioterapéutico especializado de rehabilitación. El objetivo es acostumbrar gradualmente al paciente a fortalecer los músculos y a realizar ejercicios para reeducar la postura y la marcha.

A continuación, se vuelve a evaluar al paciente pasado un mes de la intervención para realizar evaluaciones clínicas del tratamiento y una radiografía de seguimiento. A los 4 meses, si el estado clínico y radiográfico del paciente lo permite, se puede retirar la férula. Las revisiones clínicas y radiográficas ambulatorias posteriores se programan a 1 año, 2 años, 5 años y 10 años. Las revisiones ambulatorias se programan en función de la necesidad.

Complicaciones a corto plazo

Las complicaciones tempranas tras una cirugía mayor de la columna vertebral afectan a un 30-40% de los pacientes que se someten a esta operación. Las complicaciones pueden ser menores, como las infecciones de la herida quirúrgica, las infecciones urinarias y respiratorias, pero también pueden ser muy graves, dando lugar a hematosis, hemorragias, reintervenciones, infecciones profundas, espondilodiscitis, osteomielitis, infecciones a nivel de los medios de síntesis o a nivel de los medios protésicos, de forma que sea necesario retirarlos, lo que en algunos casos puede impedir la implantación de nuevos medios de síntesis o prótesis. Fístula de líquido cefalorraquídeo que puede requerir la colocación de un drenaje espinal externo (DSE) o la reintervención para la sutura intraoperatoria de la brecha dural. Lesiones neurológicas irreversibles con riesgo de cambios reversibles o permanentes en la sensibilidad, anestesia perineal, eyaculación retrógrada, impotencia sexual, incontinencia urinaria y/o fecal, parálisis de un miembro o grupo muscular, parálisis de las cuatro extremidades en caso de lesiones en la columna cervical o parálisis de las extremidades inferiores en caso de lesiones en la columna torácica o lumbar. La tasa de reintervenciones sigue siendo elevada, especialmente en las revisiones quirúrgicas de operaciones anteriores en la columna vertebral.

Complicaciones de larga duración

Tras el periodo de convalecencia y de rehabilitación fisiátrica motora, el paciente suele ser capaz de volver a hacer una vida completamente normal, reduciendo al mínimo la tensión sobre la columna vertebral.  En algunos casos, sin embargo, puede haber persistencia de dolor articular o limitación de la movilidad de la columna vertebral (parafisiológica, en función del número de niveles vertebrales incluidos en la instrumentación), persistencia de dolor a nivel de la cicatriz quirúrgica, persistencia de alteraciones de la fuerza o de la sensibilidad o parestesias. Retraso en la consolidación o pseudoartrosis (es decir, falta de unión ósea), o rotura de los medios de síntesis, que puede hacer necesaria una nueva intervención quirúrgica. En un pequeño porcentaje de casos, puede producirse una sobrecarga de los segmentos proximales y distales a la zona de artrodesis, lo que hace necesaria una nueva intervención.

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