¿Qué es culpar a la víctima y cuáles son las consecuencias?

"El victim blaming, es decir, la culpabilización de la víctima, no sólo se produce dentro de los muros familiares", explica la Dra. Mascheroni, "sino a veces también en el entorno laboral o, en cualquier caso, en la sociedad: ya no se culpa al autor de la violencia, sino a la que ha sufrido los abusos.

En nuestra sociedad, por desgracia, sigue existiendo una mentalidad patriarcal que tradicionalmente considera a las mujeres propiedad de sus padres y maridos (a veces incluso de sus hijos): el hombre es valiente, lógico, emprendedor, dominante, y la mujer se convierte en una criatura sumisa, vulnerable, muy emocional, desequilibrada, y nada más".

En su libro de 1976 Blaming the Victim (Culpando a la víctima), el psicólogo William Ryan, al examinar la mentalidad que lleva a culpar a los pobres de su pobreza, expresó un concepto que, sin duda, también puede aplicarse a la culpabilización de las víctimas: "Desde un punto de vista externo, culpar a las víctimas de la situación en la que se encuentran es una forma fácil de afrontar situaciones difíciles. Permite, por ejemplo, ignorar el problema, ya que es responsabilidad de la víctima encontrar la forma de resolverlo o aprender a vivir con él".

A menudo, no sólo se cuestiona la versión de los hechos de la víctima, sino que ésta se ve abrumada repetidamente, por un sector de la sociedad, con preguntas sobre su vestimenta, su consumo de alcohol o drogas y su probable comportamiento provocativo.

Todo ello produce el fenómeno de la victimización secundaria, es decir, el segundo trauma causado a la víctima no sólo por el agresor, sino también por quienes observan, siguen y comentan el incidente. De hecho, la víctima se ve obligada a revivir las condiciones de sufrimiento a las que fue sometida y, de este modo, se le disuade de hablar abiertamente de su situación, a veces incluso de denunciar el incidente, o se le presiona para que retire la denuncia presentada previamente. 

Afirma que las consecuencias a nivel psicológico pueden ser realmente graves, como por ejemplo: 

• miedo;
• sensación de impotencia;
• baja autoestima;
• depresión;
• ansiedad;
• trastornos psicosomáticos (dolor de cabeza, trastornos digestivos);
• síndrome de estrés postraumático. 

Estas razones, que llevan a la mujer a tener miedo de denunciar y a pensar, al hacerlo, que hará daño a sus hijos, aumentan su frustración y empeoran su estado con el tiempo.

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos condenó en 2021 a Italia por las "comunicaciones saturadas de victimización secundaria incluidas en las sentencias judiciales sobre incidentes de violencia sexual en las que se transmitían prejuicios sexistas sobre el papel de la mujer italiana".

¿Cómo se puede intentar solucionar este problema tan grave?

"En primer lugar con cultura, formación en secundaria y bachillerato con una comunicación eficaz a los jóvenes, paralela a la que debe proporcionar la familia. Colateralmente, prosigue la especialista, la difusión de información precisa sobre la importancia de: 

• Servicio telefónico gratuito 1522, activo las 24 horas del día en todo el país;
• Teléfono Rosa. 

La publicidad que da el servicio de televisión no es suficiente, es escasa y ocasional, demasiado breve, y da por supuesto que la mujer víctima ya ha decidido que quiere salir de su situación y simplemente busca un interlocutor adecuado al que dirigirse. En cambio, a menudo la mujer víctima no consigue convencerse de que debe pedir ayuda.

Fundamental sería el papel de los Servicios Sociales en la recepción de las denuncias que puedan llegar, antes que a la mujer-víctima, desde otras fuentes: 

• miembros de la familia;
• amigos;
• vecinos;
• profesores que captan la angustia de los hijos de parejas en crisis grave;
• operadores de urgencias;
• médicos a los que acuden los/las pacientes para tratar signos de violencia o ansiedad y depresión, u otras patologías "anormales";
• policías que intervienen para resolver disputas domésticas. 

Los operadores de los servicios de urgencias están ahora más que nunca alertados de la situación de riesgo de las mujeres y preparados para intervenir a varios niveles, pero, como ya se ha dicho, la prevención debe llevarse a cabo incluso antes de que se produzcan sucesos graves que requieran el acceso a los servicios de urgencias".

Desgraciadamente, hasta la fecha, estos elementos de prevención y control no parecen ser todo lo eficaces que deberían. Sólo en Como, en los dos últimos años, han aumentado los casos de violencia contra las mujeres: 1 de cada 3 mujeres recibe violencia de todo tipo, en Italia hay 88 mujeres víctimas de violencia de todo tipo cada día, una cada 15 minutos.

"El reconocimiento del valor de la mujer y su protección también se ponen de relieve en actos como los organizados por Onda (Observatorio Nacional de la Salud de la Mujer y de Género), que premia a los hospitales reconocidos como "amigos de las mujeres" tanto por el tratamiento de patologías femeninas como por la presencia de mujeres que interactúan en distintas funciones en la gestión hospitalaria", concluye Mascheroni. En este sentido, el Instituto Clínico Villa Aprica cuenta con este reconocimiento desde hace muchos años".