Crisis de pareja: cuáles son las señales de alarma y cuándo contactar con un especialista

"Cada pareja tiene su propio equilibrio específico, pero hay ciertos signos, comunes a todas las parejas, que permiten comprender si se está viviendo una verdadera crisis o si las dificultades experimentadas tienen su origen en tensiones provisionales. Entre ellos figuran:

• frecuencia con la que se producen discusiones y agresiones mutuas ha aumentado considerablemente o los conflictos han sido sustituidos por el silencio;
• falta de intimidad debido a la ausencia de deseo o a disfunciones sexuales relacionadas;
• dificultad para sentirse a gusto con la pareja;
• presencia de sentimientos predominantes de ira, resentimiento y decepción;
• celos excesivos con comportamientos controladores;
• formas de violencia física y/o verbal. 

Incluso la falta general de motivación para pasar tiempo juntos, el nerviosismo aparentemente desmotivado, la excesiva emotividad, las dificultades de comunicación y el cansancio pueden ser los primeros síntomas de una crisis de pareja", explica la Dra. Bernuzzi. 

“También es muy importante tener en cuenta los factores que pueden estar en el origen de una crisis de pareja, que repercuten en la estabilidad del vínculo y ponen a prueba su capacidad de adaptación", prosigue la experta, y entre los más comunes son:

• cambios internos de uno o ambos miembros (cambio de perspectiva, divergencia de valores, cambio de prioridades, evolución personal desequilibrada)
• factores externos incontrolables (enfermedad, pérdida del empleo, duelo, catástrofes)" 

El impacto de COVID en la dimensión de la pareja

"Un ejemplo de factor externo incontrolable que afectó a la dimensión de la pareja fue la pandemia", señala la doctora, "Existen varios estudios científicos sobre cómo las restricciones durante el periodo pandémico afectaron a la relación de pareja.

Un estudio concreto realizado por la Universidad de Turín, sobre una muestra de 410 sujetos, observados entre el 4 de diciembre de 2020 y el 10 de enero de 2021, demostró que las restricciones y la cohabitación forzada tuvieron un impacto especialmente negativo en el 32% de la población italiana encuestada, mientras que sólo el 18% declaró un impacto positivo y el resto de los participantes ningún impacto en absoluto. 

Los participantes que declararon un impacto negativo tendían a ser más jóvenes, con problemas laborales, sin hijos y con una duración de la relación más corta que los demás participantes. El grupo de personas que experimentó negativamente los cambios sociales de la pandemia en su dimensión de pareja también mostró un mayor nivel de ansiedad y depresión.

Una buena relación de pareja, por tanto, parece actuar como protección incluso ante los cambios y ser menos propensa a desarrollar síndromes de trastorno de estrés postraumático.

El estudio también arroja luz sobre hasta qué punto la salud mental del individuo se ve influida por la calidad de la relación de pareja y al mismo tiempo influye, a su vez, en la propia relación romántica".

La vida de pareja cambia con el tiempo, evolucionando tanto porque las personalidades evolucionan a su vez como porque las condiciones externas influyen en la dinámica relacional; por tanto, es natural que surjan conflictos y tensiones. La pareja puede necesitar una intervención externa para superar la crisis cuando: 

• la crisis llega a ser tan profunda que se cuestiona el vínculo;
• no se encuentran canales de comunicación adecuados;
• los recursos internos de la pareja no se perciben como suficientes.

Muchas parejas se preguntan si es realmente necesario ponerse en contacto con un psicólogo o si es demasiado tarde para recuperar la relación, pero cuando los sentimientos son fuertes, incluso los de rabia, vergüenza y frustración, entonces hay un buen margen de actuación porque uno está motivado para cambiar.

El deseo de cambiar, así como la necesidad, son palancas importantes para restablecer el equilibrio y renovar la serenidad de la pareja. "La función del psicólogo es ayudar a la pareja a: 

• tomar conciencia de la propia situación;
• apoyar el proceso de reparación fomentando la comunicación y la comprensión mutua".

El apoyo psicológico a la pareja es útil para superar situaciones de bloqueo y recuperar una dimensión comunicativa y relacional más satisfactoria.

"Es necesaria la participación activa de ambos miembros de la pareja y un auténtico deseo de resolver los conflictos, por lo que la recuperación de la relación se hace difícil si ya existe la decisión de separarse o hay vidas paralelas. Las parejas que buscan ayuda especializada logran una mejora significativa de su calidad de vida.

La vía psicológica también resulta útil para las parejas que funcionan y sienten el deseo de hacerlo: 

• mejorar la comunicación interna;
• reforzar el vínculo afectivo;
• afrontar mejor cambios importantes, como convertirse en padre, o superar dificultades relacionadas con acontecimientos estresantes.

La duración total del curso varía en función de los problemas, la naturaleza y la intensidad de la dificultad o el conflicto, y se define conjuntamente. Es un pacto terapéutico compartido, específico para cada caso", concluye la doctora.