Qué es la gymorexia y cuáles son sus síntomas

Qué es la gymorexia y cuáles son sus síntomas

Fecha de publicación: 13-10-2023

Actualizado en: 13-10-2023

Asunto: Salud mental

Tiempo estimado de lectura: 1 min

Tener un físico tonificado y estar en forma son aspectos socialmente cada vez más importantes hoy en día. Una dieta baja en grasas y una actividad física regular son, sin duda, prácticas saludables, pero también pueden convertirse en una obsesión. Hablamos de la "vigorexia": un trastorno psicológico no siempre fácil de diagnosticar, del que hablamos con más detalle con la doctora Irene Vanelli, especialista en psiquiatría de la Casa di Cura La Madonnina y del Centro de Trastornos del Estado de Ánimo del IRCCS Ospedale San Raffaele.

Qué es la vigorexia

"La palabra vigorexia procede del latín 'vigor' (fuerza; vigor) y 'orexis' (hambre; apetito), por lo que literalmente podría traducirse como 'hambre de fuerza'. Se utiliza para indicar un trastorno psicológico causado por una percepción alterada del propio cuerpo, que hace que uno vea defectos físicos donde no existen o están limitados", explica la Dra. Vanelli.

La vigorexia, también conocida como "dismorfia muscular" o "complejo de Adonis", se define en el Manual Diagnóstico y Estadístico (DSM-5) como una percepción distorsionada del propio cuerpo que desencadena una preocupación obsesiva por no tener suficiente musculatura, lo que provoca una compulsión por hacer ejercicio.

En el pasado, esta afección se describía como una forma de anorexia nerviosa (anorexia inversa), pero una observación más atenta de sus características ha demostrado que las disfunciones que la caracterizan no están relacionadas con una nutrición reducida, sino con la propia masa muscular.

Cuáles son los síntomas

El diagnóstico de vigorexia lo realiza el especialista en psiquiatría ante la presencia de determinados síntomas, como:

  • preocupación excesiva por no tener un cuerpo en forma y musculado;
  • agotadores programas de ejercicio, incluso en caso de lesión, que ocupan gran parte del tiempo diario de la persona;
  • dietas estrictas basadas en alimentos bajos en calorías y ricos en proteínas;
  • abuso de complementos alimenticios y/o fármacos (hormonas, diuréticos, etc.) para aumentar la masa muscular;
  • entrenar y cuidar el cuerpo con prioridad sobre la vida personal (familiar, social y laboral);
  • utilizar muchos, si no todos, los recursos económicos propios para el fortalecimiento del tono muscular;
  • mirarse constantemente al espejo en busca de imperfecciones o, por el contrario, evitar mirarse al espejo si uno no ha podido someterse a su rutina de ejercicios;
  • incomodidad, ansiedad y malestar si uno no es capaz de seguir el entrenamiento previsto.

Vigorexia y ortorexia, drunkorexia, pregorexia

La vigorexia, en su aspecto de obsesión también por una dieta que favorezca la tonificación muscular, puede confundirse a menudo con otras obsesiones alimentarias y de fitness específicas, con las que, en cualquier caso, puede ir acompañada. Entre ellas se incluyen, en particular: 

  • ortorexia: obsesión por comer sano;
  • drunkorexia: ayuno para consumir alcohol, y las calorías que contiene, sin engordar;
  • pregorexia: comer lo menos posible durante el embarazo para evitar ganar peso.

A quién afecta

La vigorexia puede afectar a cualquier persona, independientemente de su edad y sexo, aunque en los últimos años ha aumentado especialmente entre los adultos jóvenes. Parecen verse más afectados:

  • hombres, sobre todo en el grupo de edad de 25 a 35 años, seguido del grupo de 18 a 24 años,
  • culturistas: según algunas investigaciones, alrededor del 10% de los culturistas padecen vigorexia.

Causas

Las causas de este trastorno aún no se conocen del todo, pero se han identificado factores que pueden favorecer su aparición, como:

  • acoso escolar sufrido en la infancia, debido a defectos físicos como el sobrepeso;
  • idealización de determinados prototipos de belleza debido a factores culturales y sociales erróneos;
  • familiaridad genética (familiares con trastornos obsesivo-compulsivos y/o trastornos alimentarios).

Consecuencias peligrosas

La vigorexia suele inducir comportamientos autocastigadores, como entrenamientos agotadores, con todas las consecuencias que éstos pueden acarrear a nivel físico y mental, como:

  • alteraciones físicas y orgánicas, como enfermedades cardiovasculares, pérdida de la función renal, problemas osteoarticulares, etc., debidas a una dieta rica en proteínas y a menudo pobre en grasas y carbohidratos y/o a un esfuerzo físico prolongado;
  • problemas de impotencia relacionados con el uso de anabolizantes;
  • deterioro del equilibrio emocional personal y de las relaciones socioafectivas;
  • síntomas y trastornos de ansiedad o del estado de ánimo con depresión y, en los casos más graves, pensamientos suicidas. Esto se debe al aislamiento social y a la excesiva preocupación por el aspecto físico.

Tratamiento

"Los individuos con vigorexia no suelen tener percepción de su estado, ni de la necesidad de buscar ayuda. Por este motivo, el trastorno suele diagnosticarse tarde, cuando ya se encuentra en una fase avanzada", concluye la Dra. Vanelli.

El camino terapéutico es personalizado y se desarrolla siguiendo un enfoque multidisciplinar en el que el tratamiento de primera elección es la psicoterapia cognitivo-conductual, combinada con terapia farmacológica que puede llevar, por ejemplo, a la prescripción de fármacos como los antidepresivos. 

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