Importancia de la alimentación consciente

La alimentación consciente, o mindful eating, es una técnica que consiste en ser más conscientes y escuchar nuestras necesidades y puede llevarnos a una nueva forma de comer.

La idea es que, en un acto cotidiano como es comer, no sólo cuenta lo que se come, sino sobre todo cómo se come. De hecho, hoy en día comemos con demasiada frecuencia sin darnos cuenta, de forma distraída y sobre todo rápida.

"La práctica del mindful eating funciona exactamente en el sentido contrario: con este enfoque, uno se centra en la calidad de la experiencia de comer, dando más espacio a la lentitud, activando todos los sentidos del cuerpo y, como resultado, mejorando la sensación de saciedad.

De hecho, se puede pensar en el mindful eating como una aplicación del mindfulness a la alimentación: estar presente en uno mismo, momento a momento, incluso mientras se come, sin distraerse con pensamientos y emociones, con una actitud mental pacífica y equilibrada", explica el doctor.

"Mindful eating" puede considerarse también como una herramienta de nutrición preventiva que, mediante la adopción de una dieta mediterránea basada en plantas y un estilo de vida saludable, puede contribuir a:

• alcanzar y mantener el peso adecuado;
• mejorar la salud;
• mejorar el nivel de energía;
• mejorar la claridad mental;
• mejorar la resistencia al estrés;
• aprender a comer con atención", dice el experto.

Además, comer de forma consciente puede aportar grandes satisfacciones y beneficios: ayuda a limitar los atracones, a deshacerse del hambre emocional y a procesar las raciones adecuadas con mayor facilidad. Esto se debe principalmente a que uno se hace consciente de las sensaciones reales de hambre y saciedad.

Empezando por lo básico: la conciencia es el primer paso; querer dedicar tiempo (al menos media hora para cada comida principal) al acto de comer es esencial. La adopción de una dieta mediterránea "pobre" mediante el consumo de:

• verduras y frutas de temporada;
• granos enteros;
• legumbres;
• nueces, avellanas y almendras;
• aceite de oliva virgen extra;
• pequeñas cantidades de pescado, huevos y queso y el consumo ocasional de otras proteínas animales, por ejemplo, carne roja o embutidos.

Además de la selección de productos, también es importante tratar los alimentos adecuadamente mientras se cocinan para que la gente esté más contenta comiéndolos, conservando colores, olores y texturas agradables.

"Al igual que es fundamental centrarse en el momento de la comida, sentado a la mesa, sin distracciones, centrándose en los alimentos del plato y prestando atención al propio estado de ánimo durante la comida", concluye el experto.

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