Ecocardiograma transesofágico

¿Qué es?

El ecocardiograma transesofágico (EcoTE) es una exploración ecocardiográfica en la que se producen ultrasonidos mediante una sonda colocada en el esófago, con el fin de obtener una mejor visualización de determinadas estructuras del corazón. La EcoTE se realiza en aquellos casos en los que el ecocardiograma transtorácico (EcoTT) no es suficiente para resolver una cuestión diagnóstica concreta. La EcoTE permite visualizar un punto de exploración diferente del corazón, utilizando una sonda ecocardiográfica que visualiza las estructuras cardíacas posteriormente a través del esófago (es decir, el tramo del aparato digestivo que conecta la boca con el estómago pasando por detrás del corazón, en estrecho contacto con las aurículas cardíacas). Para el paciente, la incomodidad de realizar un ecocardiograma transesofágico es equivalente a la de realizar una gastroscopia común.

¿Cuándo está indicado este examen?

En algunas situaciones, puede ocurrir que el ecocardiograma transtorácico (EcoTT) no sea suficiente para resolver un problema de diagnóstico. Esto puede ocurrir debido a la presencia de una ventana acústica transtorácica de mala calidad (por ejemplo, en presencia de grandes masas musculares o en caso de enfermedad pulmonar (enfisema), o en presencia de estructuras metálicas artificiales (por ejemplo, prótesis valvulares mecánicas) que crean reverberaciones y artefactos de imagen.

En otros casos, la EcoTE puede ser necesaria para disponer de imágenes de alta definición, para observar incluso formaciones muy pequeñas (por ejemplo un trombo a nivel de las aurículas), o para evaluar con precisión la extensión de una valvulopatía (por ejemplo una insuficiencia valvular mitral grave). La EcoTE se recomienda a menudo antes de realizar una cardioversión eléctrica, para excluir la presencia de trombos a nivel de las aurículas.

¿Cómo se realiza?

Tras leer y firmar el Consentimiento Informado, se invita al paciente a quitarse las gafas y las prótesis dentales, se le conecta a la monitorización electrocardiográfica y se obtiene un acceso venoso (para administrar cualquier fármaco en caso de necesidad).

Se coloca al paciente sobre su lado izquierdo, con el torso y el cuello ligeramente flexionados (como si estuviera mirando sus piernas). El médico, tras introducir una boquilla entre los dientes para no dañar la sonda, ayudará al paciente en la desagradable pero no peligrosa tarea de tragar la sonda.

Normalmente, se realiza una anestesia local suave de la boca y de la parte posterior de la boca (faringe) con un spray de lidocaína (un anestésico local). La garganta, debido a la acción del anestésico local, puede estar ligeramente irritada, por lo que se recomienda no beber ni comer durante las 2 ó 3 horas siguientes al examen. La duración total del procedimiento es de aproximadamente 10-15 minutos.

El examen es molesto pero, si el paciente consigue colaborar (respirando lentamente y tratando de relajar los músculos del cuello y los hombros) y mantener la calma, las molestias se reducen considerablemente. El momento más difícil es el de la introducción de la sonda: en ese momento pueden producirse toses, eructos y vómitos. Es importante saber que la sonda no interfiere con la respiración normal, que se produce de forma natural a través de la nariz y la tráquea.

Durante el examen, se controla continuamente el trazado del ECG, la presión arterial y la saturación de oxígeno, según sea necesario. En caso de intolerancia del paciente y de incapacidad para adaptarse a la sonda, el examen se interrumpe inmediatamente.

Al final del examen, en particular si ha sido necesario administrar un sedante, se aconseja esperar al menos 30 minutos antes de abandonar el hospital y evitar conducir inmediatamente después del examen.

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Contraindicaciones

Puede ser bastante incómodo y la garganta puede doler durante unas horas después del examen. No está permitido conducir durante las siguientes 24 horas debido a la sedación utilizada, que puede causar somnolencia. Además, existe posibilidad de que la sonda dañe la garganta y el esófago (una complicación muy rara).  Las contraindicaciones para la realización de un ecocardiograma transesofágico con doppler completo son las enfermedades esofágicas y, especialmente, las varices esofágicas, generalmente secundarias a enfermedades hepáticas importantes como la cirrosis o el cáncer de cirrosis y la hipertensión portal (de la vena porta).

No obstante, el paciente debe informar al médico de la presencia de: infecciones graves, alergias a medicamentos, glaucoma, enfermedad pulmonar, cirugía previa en el tracto gastrointestinal, enfermedad hepática, dificultades para tragar.

Las complicaciones de la EcoTE, como se ha mencionado, son muy raras. Sin embargo, los siguientes síntomas deben ser comunicados al Cardiólogo, en el raro caso de que surjan después del examen:

  • Dolor inusual o dificultad para tragar
  • Dolor abdominal o torácico
  • Vómitos de color café o sangre.

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