Istmocele

¿Qué es?

El istmocele es un defecto de la pared anterior del istmo uterino, una dilatación en forma de saco de la pared muscular del útero en comunicación con la cavidad uterina, que surge en el lugar de una cesárea anterior.

Está causada por un defecto de cicatrización post-cesárea, y los factores de riesgo más comunes son tanto quirúrgicos (localización de la cicatriz uterina, discrepancia en el grosor de los márgenes de sutura, cesárea realizada en el parto con una dilatación cervical >5 cm, aparición de adherencias entre el útero y la pared abdominal anterior) como relacionados con la paciente (presencia de un útero en retroversión, múltiples cesáreas)

Caracteriza aproximadamente al 25-30% de las mujeres que han sido sometidas a una o más cesáreas.

¿Cuáles son los síntomas?

Suele ser asintomática y en ocasiones se diagnostica durante una ecografía ginecológica.

Cuando es sintomática, el síntoma típico es una hemorragia uterina anormal en la fase postmenstrual, debido al efecto de reserva: la sangre se acumula en la bolsa durante la menstruación y luego se libera lentamente, adquiriendo un color rojo oscuro. También puede haber dolor pélvico crónico, dolor durante el ciclo menstrual (dismenorrea) e infertilidad secundaria debido al estancamiento de la sangre, que puede interferir con la calidad del moco cervical y los espermatozoides, y con la implantación del embrión.  En el embarazo, las principales complicaciones relacionadas con la presencia de un istmocele son las anomalías de la placenta (placenta previa, placenta acreta), las anomalías del lugar de la gestación (embarazo cervical o embarazo cicatricial), la dehiscencia de la cicatriz uterina y, en casos muy raros, la rotura uterina durante el embarazo.

  • asintomático
  • sangrado uterino anormal
  • dismenorrea
  • dolor pélvico
  • infertilidad secundaria
  • anormalidades en la placentación: placenta previa, placenta acreta
  • embarazo ectópico de cuello de útero (embarazo de cicatriz)
  • rotura de útero durante el embarazo
  • dehiscencia de sutura

¿Cómo se diagnostica?

La ecografía transvaginal representa la exploración diagnóstica de primer nivel en el diagnóstico del istmocele y garantiza que el cirujano pueda planificar adecuadamente la operación. Permite una buena caracterización de la patología, ya que permite evaluar el lugar, el tamaño del defecto y el grosor del miometrio residual a nivel de la cicatriz: este último parámetro permite definir el istimocele leve (<2,5 mm) o grave (>2,5 mm). Las investigaciones diagnósticas de segundo nivel utilizadas en el estudio del istmocele son la sonohisterografía (que permite investigar mejor la morfología de la cavidad uterina y el istmocele mediante la infusión de medios de contraste ecográficos en la cavidad), la histerosalpingografía y la histeroscopia diagnóstica. Raras veces son necesarias otras técnicas de diagnóstico, como la resonancia magnética o la tomografía computarizada.

Exámenes sugeridos

¿Cómo se trata?

El tratamiento del istmocele debe acordarse en función de una serie de características, como los síntomas presentes, el tamaño del defecto y el deseo de embarazo de la paciente. El hallazgo ecográfico de un istmocele en una mujer asintomática y sin deseo de descendencia no pone ninguna indicación de tratamiento. Si, por el contrario, la paciente es sintomática, no tiene deseo de tener descendencia y tiene un defecto leve, debe proponerse un tratamiento médico con estrógenos-progestágenos o progestágenos (incluidos los dispositivos intrauterinos), posiblemente de forma continuada, para reducir o detener el flujo menstrual. En caso de fracaso de la terapia médica, a estas pacientes se les puede ofrecer una histeroscopia operativa que tiene como objetivo eliminar los márgenes del defecto y, al realinearlos con el tejido sano circundante, restablecer la continuidad del canal cervical y el correcto paso del flujo menstrual. Por otro lado, en el caso de mujeres en busca de descendencia o en presencia de un defecto severo, es conveniente proponer a la paciente un tratamiento quirúrgico que tenga como objetivo la corrección definitiva del defecto mediante la escisión del tejido cicatricial presente y el empaquetamiento de una nueva sutura uterina. Este tipo de operación permite dos enfoques quirúrgicos diferentes: un enfoque vaginal, que es más rápido y tiene una mejor recuperación postoperatoria, y un enfoque laparoscópico. Nuestro centro está especializado en el abordaje quirúrgico vaginal y, gracias a la presencia de cirujanos que realizan este procedimiento de forma rutinaria y con un alto nivel de experiencia en el campo de la cirugía vaginal, se han obtenido excelentes resultados postoperatorios y reproductivos. 

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¿Dónde lo tratamos?

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