Orquidectomía con o sin prótesis testicular

¿Qué es?

La orquidectomía es la extirpación quirúrgica del testículo (o del testículo y del funículo espermático (orquifuniculectomía), en el caso de una intervención realizada por cáncer de testículo) a través de una pequeña incisión de aproximadamente 4 cm a nivel inguinal. Este procedimiento tiene un valor tanto digno como terapéutico en el tratamiento del cáncer testicular. Al final de la operación es posible colocar una prótesis, normalmente de silicona, dentro de la bolsa escrotal para mejorar el aspecto estético postoperatorio.

Dificultad técnica:
baja
Duración media del procedimiento:
1 hora
Duración media de la estancia hospitalaria:
1 día

¿Cuándo está indicado este procedimiento?

Esta operación está indicada en caso de cáncer testicular y en caso de otras patologías testiculares no oncológicas de carácter infeccioso o postraumático, o en caso de sufrimiento isquémico en el contexto de una torsión testicular (en estos últimos casos, el acceso quirúrgico puede ser por vía escrotal en lugar de inguinal).

En los casos de cáncer, debe realizarse una orquifunilectomía, que consiste en el aislamiento cuidadoso del cordón espermático en el canal inguinal y del testículo y su posterior extirpación.

¿Cómo se realiza?

La operación se realiza bajo anestesia general o espinal y tiene una duración variable, pero generalmente inferior a una hora. En la mayoría de los casos, el paciente es dado de alta al día siguiente de la intervención y puede volver a sus actividades cotidianas habituales en pocos días, teniendo cuidado de evitar el esfuerzo físico y la actividad sexual durante unas dos semanas.

Esta cirugía, que suele realizarse en pacientes adultos jóvenes, puede suponer un trauma psicógeno con posibles consecuencias en la imagen corporal y el bienestar sexual. La implantación de una prótesis testicular puede ayudar a reducir las molestias derivadas de la cirugía de extirpación testicular. Las prótesis disponibles en el mercado están hechas de gel de silicona o compuestos de solución salina de diferentes tamaños, que son muy similares en características estéticas y biomecánicas al testículo nativo. Si el paciente lo solicita, el implante puede realizarse simultáneamente con la orquifunicolectomía si no existen contraindicaciones locales contingentes; a través del mismo acceso quirúrgico, la prótesis se coloca y se fija en el escroto. Alternativamente, el implante protésico también puede realizarse en un momento posterior a través de un segundo procedimiento quirúrgico.

Recuperación

La recuperación tras este tipo de cirugía es muy rápida. El dolor suele estar muy bien controlado y no afecta a las actividades cotidianas normales. Sin embargo, es muy importante que el paciente evite los esfuerzos físicos intensos, los traumatismos y la actividad sexual durante dos semanas siguientes a la intervención.

Complicaciones a corto plazo

En los primeros días después de la intervención, el paciente puede experimentar dolor local en la zona quirúrgica, que generalmente se controla bien con un tratamiento farmacológico específico. También puede haber una reducción de la sensibilidad de la piel en la zona de la incisión quirúrgica, que tiende a resolverse por sí sola en las primeras 2-4 semanas. Las infecciones locales o los hematomas después de la cirugía son casos raros.

Complicaciones de larga duración

A largo plazo, si se ha colocado una prótesis testicular, pueden producirse infecciones del material protésico, cuyo tratamiento implica la retirada del implante.

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