Nutrición y tumores: manual de alimentación para prevenirlos

Nutrición y tumores: manual de alimentación para prevenirlos

Fecha de publicación: 18-09-2023

Actualizado en: 18-09-2023

Asunto: Nutrición

Tiempo estimado de lectura: 1 min

¿Prevención? También puede hacerse mediante una dieta adecuada. De hecho, una dieta basada en las recomendaciones del World Cancer Research Fund, caracterizada por alimentos ricos en vitaminas, minerales, fibra y bajos en sal, grasas, azúcares y carbohidratos refinados, puede: 

  • promover un buen estado nutricional;
  • proteger contra las enfermedades crónicas degenerativas. 

Pero, ¿cuáles son las indicaciones correctas que hay que seguir para combatir la aparición de enfermedades y, en concreto, del cáncer? Hablamos de ello con el Dr. Roberto Mele, nutricionista y coordinador del área de Biología de la Nutrición del Hospital IRCCS San Raffaele, y el Dr. Andrea Pontara, internista y dietista del mismo hospital, ambos colaboradores del Centro Oncológico.

Prevención del cáncer mediante la dieta: recomendaciones

"El World Cancer Research Fund (WCRF) publicó en 2018, junto con el American Institute for Cancer Research (AICR), el 3er informe que confirma los vínculos entre el cáncer, la dieta, la actividad física y el peso", explican los doctores Mele y Pontara. "Del análisis exhaustivo de la investigación sobre el estilo de vida y la prevención del cáncer han surgido una serie de recomendaciones".

He aquí el vademécum en detalle y los consejos de los especialistas para seguirlo.

1. Más fruta y verdura

"Consuma diariamente más raciones de verdura y fruta fresca de diferentes colores, dando preferencia a las de temporada, e introduzca en su dieta pequeñas cantidades de frutos secos".

2. Más cereales integrales y legumbres

"Consuma regularmente pan, pasta, arroz y otros cereales (preferiblemente integrales, ricos en fibra) y aumente el consumo de legumbres tanto frescas como secas, alternándolas con fuentes de proteína animal".

3. Beba mucha agua cada día

"Consienta siempre su sensación de sed, o más bien intente anticiparse a ella, bebiendo lo suficiente, una media de 1,5-2 litros de agua al día (al menos 6-8 vasos) incluso entre comidas".

4. Grasas: elija cuáles y limite la cantidad

"Modere la cantidad de grasas y aceites que utiliza para condimentar y cocinar. En particular, intente limitar el consumo de grasas de origen animal (mantequilla, manteca de cerdo, etc.) y prefiera el uso de aceite de oliva virgen extra; por último, utilice las grasas de condimento preferentemente crudas", prosiguen los nutricionistas.

Consuma pescado y otros productos pesqueros, tanto frescos como congelados (al menos 2-3 veces por semana), eligiendo pescados azules locales. Entre las carnes, prefiera las magras. Puede consumir de 2 a 4 huevos a la semana, repartidos en varios días.

Beba una taza de leche o yogur al día, eligiendo preferentemente leche semidesnatada. Prefiera los quesos bajos en grasa, en cantidades moderadas, preferiblemente como segundo plato.

5. Limite el consumo de azúcares, dulces y bebidas azucaradas

"Limite en la medida de lo posible el consumo de alimentos y bebidas dulces durante el día".

6. Reduzca el consumo de sal

"Reduzca gradualmente el uso de sal tanto en la mesa como en la cocina y limite el uso de condimentos alternativos que contengan sal (cubito de caldo, ketchup, salsa de soja, mostaza, etc.) y el consumo de alimentos procesados con alto contenido en sal (aperitivos salados, embutidos, etc.)".

7. Bebidas alcohólicas lo menos posible

"No existe un consumo de alcohol sin riesgos para la salud".

8. Limite en la medida de lo posible el consumo de alimentos en conserva y procesados.

"Limite al máximo, o si es posible evite, el consumo de alimentos procesados, elaborados y preparados con conservantes químicos añadidos", concluyen los expertos.

 

La nutrición en el tratamiento del paciente oncológico

La atención nutricional del paciente oncológico es importante, dentro del itinerario asistencial integrado, desde el momento del diagnóstico y en las fases posteriores, ya que permite: 

  • contrarrestar la desnutrición;
  • reducir la tasa de complicaciones médicas;
  • mejorar la tolerancia a los tratamientos oncológicos.

"Cuidado con los mitos falsos", insisten los especialistas, "de hecho, no siempre hay pruebas científicas detrás de algunas afirmaciones sobre la nutrición en oncología".

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