Hipoglucemia: qué es y cómo tratarla

"Hipoglucemia se produce generalmente por tales enfermedades como insuficiencia corticosuprarrenal, sepsis, enfermedades hepáticas, tumores pancreáticos secretores de insulina (Insulinoma), neoplasias. La hipoglucemia también puede aparecer en caso de abuso de alcohol (especialmente por la mañana en ayunas), tras una cirugía gastrointestinal con modificación de la absorción de la glucosa, en el curso de enfermedades debilitantes graves. Se habla de "hipoglucemia reactiva" en personas con trastornos alimentarios (obesidad, resistencia a la insulina), cuando se detecta una hipoglucemia 2-3 horas después de una comida, especialmente si es rica en hidratos de carbono o tras un ayuno prolongado."

"En los pacientes diabéticos tratados farmacológicamente, la hipoglucemia es la principal complicación aguda. Provoca malestar, miedo y hospitalización; por ello, los diabéticos son entrenados para reconocerla y manejarla durante las visitas o cursos educativos que organizamos."

La hipoglucemia es frecuente en los diabéticos que reciben tratamiento con insulina (tanto de tipo 1 como de tipo 2), pero también puede producirse durante la terapia con fármacos orales que estimulan la secreción de insulina, en particular las sulfonilureas, especialmente las de larga duración de acción (glibenclamida).

Aparece sobre todo entre las comidas, por la noche o después de la actividad física. Los factores favorables son:

• ingesta inadecuada de alimentos, especialmente de hidratos de carbono (dietas hiperproteicas o comidas con eliminación total de hidratos de carbono);
• administración incorrecta de insulina;
• actividad física intensa sin una introducción adecuada de hidratos de carbono antes y/o después del ejercicio;
• consumo excesivo de alcohol.

Debe prestarse especial atención a la hipoglucemia "inadvertida" relacionada con la enfermedad diabética de larga duración y la aparición de complicaciones (neuropatía autonómica).

¿Cómo se puede reconocer y distinguir la hipoglucemia? Existen tres grados de hipoglucemia, cada uno con sus propios síntomas:

• hipoglucemia leve: se acompaña de síntomas como sudoración, temblor, palpitaciones, hambre intensa;
• hipoglucemia moderada: se manifiesta por la aparición de síntomas neuroglicopénicos como alteraciones oculares / visión borrosa, dolor de cabeza, hormigueo, dificultad de concentración, somnolencia, irritabilidad.

En ambos casos, el paciente sigue siendo capaz de manejarse de forma independiente.

• hipoglucemia grave: se acompaña de pérdida de conciencia y de la necesidad de intervención de un tercero para resolver el problema. La hipoglucemia grave en un paciente frágil con múltiples comorbilidades puede ser mortal. La hipoglucemia en sí misma puede favorecer los problemas cardiovasculares, como el infarto de miocardio y el ictus. El sistema nervioso, el corazón y las células nerviosas son los principales perjudicados en caso de falta de disponibilidad de azúcares, ya que es esencial para su funcionamiento.

"La aparición de los síntomas está relacionada no sólo con el valor absoluto de la glucosa en sangre y la velocidad de la hipoglucemia, sino con la tolerancia individual y el grado de compensación glucémica del paciente", explica el Dr. Savulescu.

El Dr. Savulescu responde: "La hipoglucemia es siempre manejable, pero requiere una intervención oportuna y estructurada".

Hipoglucemia leve-moderada: regla del 15

"El tratamiento de la hipoglucemia leve-moderada requiere la introducción de azúcares simples, que el organismo absorbe fácil y rápidamente. Pero cuidado, ¡no a los postres elaborados, pasteles, chocolate, briosches!

La corrección se basa en la "regla del 15":

• ingesta de 15 g de glucosa: 3 cucharaditas / 3 sobres / 1 cucharada grande de azúcar disuelta en agua o 125 ml de bebida azucarada, coca-cola, zumo de frutas azucarado o 1 cucharada de miel;
• reevaluación de la glucemia al cabo de 15 minutos; repetición del tratamiento hasta alcanzar dos glucemias >100 mg/dl con 15 minutos de diferencia. Para mantener el índice glucémico, se recomienda la ingesta posterior de 50 g de azúcares complejos (50 g de pan, 1 paquete de galletas saladas/galletas, 1 fruta)."

Hipoglucemia grave: rescate con glucagón

"El tratamiento de la hipoglucemia grave, con el paciente en estado de inconsciencia, requiere la intervención de otras personas. Las personas en contacto estrecho con los diabéticos (padres, cónyuges, amigos) deben ser educadas en el manejo de esta eventualidad. En el caso de un estado alterado de conciencia, hay que recurrir a la administración de glucagón, una hormona de acción opuesta a la insulina, capaz de aumentar la glucemia. Si no se dispone de esta solución, hay que llamar inmediatamente a una ambulancia para que el personal médico pueda administrar glucosa por vía intravenosa", continúa el Dr. Savulescu.

La novedad farmacológica de este año es la disponibilidad del glucagón para administración nasal, que garantiza una mayor rapidez de intervención al simplificar el método de administración y es más fácil de almacenar.

Hasta ahora, el kit de emergencia estaba disponible en la farmacia, representado por un vial de glucagón para ser administrado por vía intramuscular o subcutánea tras la reconstitución de la solución y su almacenamiento en el frigorífico. La disponibilidad actual de un aerosol para ser administrado con una sola inhalación intranasal, caracterizado por la absorción pasiva, sin necesidad de inspiración simultánea, que puede ser almacenado a temperatura ambiente, con una dosis única de 3mg para adultos y niños, representa una ayuda válida en el manejo de la hipoglucemia severa.

Como apoyo a los diabéticos, existen también sistemas de monitorización continua de la glucosa en sangre mediante sensores aplicados a la piel. Se trata de pequeños dispositivos del tamaño de una moneda, que pueden aplicarse a la piel con un adhesivo y que, a través de un pequeño filamento que atraviesa la piel, permiten detectar el azúcar en sangre en el líquido intersticial bajo la piel.

Es posible conectar el dispositivo al teléfono móvil, lo que permite ver la tendencia glucémica. También están equipados con alarmas acústicas para señalar la hipo e hiperglucemia.