Enamoramiento y amor maduro: ¿qué le ocurre a nuestro cerebro?

Enamoramiento y amor maduro: ¿qué le ocurre a nuestro cerebro?

Fecha de publicación: 15-03-2023

Actualizado en: 29-03-2023

Asunto: Salud mental

Tiempo estimado de lectura: 1 min

Le ha pasado a todo el mundo: taquicardia, sofocos, palmas sudorosas, euforia y boca seca. ¿De qué se trata? Nada grave, te estás enamorando.

Pero, ¿qué nos pasa cuando nos enamoramos? Durante milenios, la poesía, el teatro, la literatura y la música han asociado el amor con el corazón. Pero, ¿es realmente así? La respuesta nos la dan la neuropsicología y los estudios realizados en los últimos años, que demuestran que la verdadera sala de control no es el corazón, sino el cerebro.

La doctora Alice Di Paolo, psicóloga del Istituti Clinici Zucchi de Monza y de la Zucchi Wellness Clinic, nos explica qué le ocurre a nuestro cerebro cuando "perdemos la cabeza por alguien".

La dopamina y la serotonina, ¡te enamoras!

Cuando nos enamoramos somos la personificación de la felicidad: amables, sonrientes, optimistas y llenos de energía. Lo que desencadena todas estas emociones es nuestro cerebro y el extraordinario mecanismo que regula su funcionamiento", afirma la Dra. Di Paolo. De hecho, hay varias áreas cerebrales implicadas en el enamoramiento:

  • amígdala;
  • cuerpo estriado;
  • corteza parietal posterior;
  • corteza frontal y prefrontal;
  • hipocampo;
  • hipotálamo. 

"Estas áreas se activan a través de un mecanismo identificado como ON-OFF: es decir, se activan los circuitos cerebrales de recompensa (ON) y, simultáneamente, se produce una disminución de la actividad de las áreas implicadas en el juicio crítico y las emociones negativas a través de la amígdala (OFF).

En concreto, la implicación emocional intensa se produce cuando hay una mayor liberación de dopamina, un neurotransmisor liberado por el hipotálamo y asociado al deseo, la recompensa y los estados de euforia. Así, mientras que por un lado tenemos un aumento de la dopamina, por otro se produce una disminución de la serotonina relacionada con el estado de ánimo. Por este motivo, podemos pasar de sentir una euforia intensa a estados de ansiedad y tristeza, por ejemplo, si recibimos un rechazo de un ser querido", continúa la Doctora.

Además, se activa la producción de adrenalina, que provoca esa sensación tan común que todos llamamos “mariposas en el estómago”.

Es importante recordar que la dopamina también se activa en respuesta a la ingesta de drogas y, por tanto, está vinculada a la adicción, lo que explica el aumento del deseo de una pareja sentimental y la adicción que provoca.

Amor: el papel de la oxitocina y la vasopresina tras el enamoramiento

"Una vez superada la fase de 'mariposas en el estómago'", explica la psicóloga, "aumenta en el cerebro la producción de oxitocina y vasopresina, las hormonas más implicadas en la fase posterior al enamoramiento, que pueden: 

  • estimular sentimientos de ternura y calidez;
  • desempeñar un papel en el mantenimiento a largo plazo de los vínculos;
  • aumentar la producción de endorfinas, promoviendo sentimientos de bienestar, satisfacción y confianza". 

Hombres y mujeres: 2 formas distintas de enamorarse

"Las diferencias de género en la fase de enamoramiento están demostradas por estudios específicos al respecto. Las mujeres muestran mayor actividad en regiones asociadas con: 

  • atención;
  • emociones;
  • memoria.  

Los hombres, por su parte, mostraron mayor actividad en las áreas asociadas a:

  • visión de rostros bellos;
  • signos de juventud;
  • belleza. 

Entre hombres y mujeres también existen diferencias en las estrategias para hacer frente a las situaciones estresantes presentes en las primeras fases del enamoramiento (como, por ejemplo, el miedo al rechazo), mientras que en las últimas fases de la relación, estas diferencias parecen estar menos presentes debido también a la reducción de los niveles de estrés".

En estos casos, cabe señalar que, tanto en los hombres como en las mujeres, el comportamiento y las acciones son siempre el resultado de factores biológico-genéticos, culturales y familiares. Por lo tanto, el enamoramiento también puede diferir de una persona a otra.

Por qué no podemos prescindir de un cerebro enamorado

"Enamorarse y ser correspondido nos llena de energía y es capaz de reducir los niveles de estrés y ansiedad. Aunque el amor requiere mucha energía en las primeras etapas, es un sentimiento incondicional al que es difícil renunciar.

Sin embargo, para poder continuar la relación se necesita fuerza de voluntad y trabajo en pareja, la oxitocina y la vasopresina pueden dejar de dar el impulso adecuado con el paso del tiempo, por lo que es importante reaccionar con el enfoque adecuado para que el amor pueda continuar", concluye la experta.

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