Una molécula que desenmascara las células cancerosas

Una molécula que desenmascara las células cancerosas

Fecha de publicación: 20-08-2021

Actualizado en: 01-03-2023

Asunto: Investigación

Tiempo estimado de lectura: 1 min

Las células de nuestro cuerpo tienen proteínas en su membrana, que literalmente dicen al sistema inmunitario "¡No me comas!".

Estas proteínas son esenciales para preservar los tejidos de los fenómenos patológicos autoinmunes. También son aprovechadas por las células cancerosas, que las exponen en exceso para hacerse invisibles a nuestras defensas inmunitarias.

Un grupo de investigadores del Hospital de Investigación San Raffaele, dirigido por Marco Bianchi, jefe del laboratorio de Dinámica de la Cromatina y profesor titular de la Universidad Vita-Salute San Raffaele (UniSR), ha descubierto un mecanismo que empuja a las células cancerosas a retirar la principal proteína "no me comas", CD47. De este modo, las células cancerosas se hacen visibles y se rinden, por así decirlo, al sistema inmunitario.

Los investigadores también demostraron en un modelo experimental de mesotelioma, un tumor muy agresivo que deriva principalmente de la exposición al amianto, que una molécula sintética BoxA desarrollada en el laboratorio del Hospital de Investigación San Raffaele, puede activar este mecanismo.

Los resultados del estudio, publicados en EMBO Molecular Medicine, allanan el camino hacia nuevas estrategias de inmunoterapia contra el cáncer, capaces de hacer que las células cancerosas sean más fácilmente reconocibles y, en consecuencia, eliminables.

Proliferación tisular y vigilancia inmunitaria

Nuestro organismo, como todos los organismos pluricelulares, funciona y sobrevive sólo gracias a la capacidad de sus partes de mantenerse en equilibrio entre sí. Este equilibrio suele estar garantizado por una serie de señales contradictorias, como los pesos y contrapesos que mantienen suspendidos dos platillos de una balanza.

Función de la proteína CD47

Un ejemplo es la proteína CD47, la principal proteína "no me comas" presente en la membrana celular. La CD47 funciona como una bandera que indica a los macrófagos que no se coman (engullan, en términos técnicos) las células en las que está colocada.

Todas las células extrañas no tienen CD47 y, por tanto, son una "presa legítima" para los macrófagos. Las células viejas también retiran el CD47 de la superficie y son eliminadas por los macrófagos.

Descubrimiento de San Raffaele: La proteína CD47 en las células cancerosas

Sin embargo, los investigadores de San Raffaele han descubierto un caso en el que la proteína CD47 fue retirada de las células cancerosas, que a diferencia de las células viejas se duplican activamente y provocan un crecimiento incontrolado del tumor.

Según lo descubierto por los investigadores, una de las señales que promueve su crecimiento es la que induce la retirada de CD47. Así, las células cancerosas se exponen a ser controladas por los macrófagos, que las reconocen como "presas legítimas" y las presentan al resto del sistema inmunitario, que aprende a eliminarlas. Explica Rosanna Mezzapelle, primera autora del estudio:

"El hecho de que algunas células retiren la señal de 'no me comas' de su superficie cuando proliferan tiene mucho sentido desde el punto de vista evolutivo. Equivale a una especie de sistema de seguridad contra la aparición de comportamientos de crecimiento incontrolado, es decir, de tumores. Las células que más crecen se controlan más estrictamente.

Este mecanismo, como otros de este tipo, no es infalible, pero puede reforzarse, al menos estimulándolo de forma controlada."

El potencial antitumoral de la molécula BoxA

La molécula que permite la activación controlada del mecanismo de "rendimiento" de las células cancerosas se llama BoxA. Es una molécula sintética desarrollada por el grupo del profesor Bianchi y es un resultado de veinte años de investigación. Explica el profesor Bianchi

"BoxA es una pequeña porción de una proteína más grande, contenida en el núcleo de nuestras células y llamada HMGB1. En los experimentos que hemos realizado en el laboratorio, tanto in vitro como en modelos animales de mesotelioma y carcinoma de colon, hemos demostrado que BoxA puede:

  • provocar la internalización de CD47;
  • de este modo, las células cancerosas se hacen más visibles para el sistema inmunitario.

Todo ello sin producir un crecimiento real del tumor, sino ralentizando su progresión".

Hasta ahora, la molécula sólo se ha utilizado en estudios de laboratorio, pero tiene un excelente perfil de toxicidad, lo que la convierte en una candidata ideal para la terapia. Concluye el profesor Bianchi:

"El objetivo a largo plazo es desarrollar estrategias terapéuticas que:

  • hacen más visibles las células cancerosas;
  • actuan de forma complementaria a las inmunoterapias ya utilizadas, como los inhibidores de los puntos de control inmunitarios".

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