Prueba de esfuerzo

¿Qué es?

Se trata de un examen electrocardiográfico dinámico que evalúa los cambios eléctricos del corazón bajo la actividad física y el soporte sanguíneo que las arterias coronarias son capaces de suministrar al corazón. El paciente se somete al ejercicio según un protocolo estándar y se le monitoriza en:

  • electrocardiograma;
  • frecuencia cardíaca; 
  • presión arterial; 
  • signos y síntomas clínicos.

¿Cuándo está indicado este examen?

Es un método fundamental para investigar las enfermedades del corazón, incluida la cardiopatía isquémica (sospechada o conocida), y para evaluar las condiciones clínicas no cardiológicas. Tiene poco valor para el diagnóstico de la insuficiencia cardíaca. Con síntomas de disnea o fatiga, el deterioro del rendimiento del ejercicio es un signo de descompensación, aunque no es específico. En los pacientes que no reciben tratamiento para la descompensación, una prueba de esfuerzo normal descarta el diagnóstico de insuficiencia cardíaca. Sin embargo, para los pacientes con un diagnóstico confirmado de descompensación, las pruebas de esfuerzo ayudan a determinar la gravedad del trastorno y la posibilidad de controlar el proceso.

¿Cómo se realiza?

Tradicionalmente se realiza en la bicicleta estática o en la cinta de correr, se aplican electrodos en el pecho y la espalda para registrar el electrocardiograma y se colocan en la manga del brazo para detectar la presión. La persona debe ir vestida con ropa deportiva y zapatillas de deporte, después de una comida ligera tomada al menos 3-4 horas antes. Su duración es variable, la finalidad es alcanzar una determinada frecuencia cardíaca que depende de la edad (se utiliza la fórmula 220 menos edad), también depende del grado de entrenamiento, del comportamiento de la presión, de la aparición de cualquier síntoma o signo anormal en el electrocardiograma que sugiera la interrupción de la prueba. En promedio, las personas entrenadas son capaces de correr o pedalear hasta 10-15 minutos, las personas menos entrenadas se detienen antes. Teniendo en cuenta el tiempo requerido para la preparación y el tiempo necesario para el descanso después de la prueba y la expectativa de resultados, es necesario estimar un total de 45-60 minutos.

Contraindicaciones

Los posibles riesgos son: aparición de dolor anginoso, signos de isquemia coronaria, arritmias, aumento excesivo de la presión. De hecho son exactamente lo que se busca, no por casualidad la prueba de esfuerzo es "una prueba de provocación". Suelen ser transitorios y pasan al suspender el esfuerzo. Sin embargo, la prueba debe ser realizada por médicos experimentados y dotados de las herramientas adecuadas para hacer frente a las complicaciones (fármacos, oxígeno, desfibrilador). Las complicaciones graves y/o irresolubles son muy raras, lo importante es evaluar bien de antemano las contraindicaciones absolutas y relativas. La prueba no puede ser realizada por quienes no pueden caminar.

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