POLIPECTOMIA

¿Qué es?

Consiste en la extirpación de los pólipos, que son protuberancias de la mucosa del aparato digestivo con una base de implantación que puede tener o no un pedúnculo (pólipo pedunculado o sésil), y que pueden desarrollarse tanto en el estómago-duodeno como en el colon. Existen diferentes tipos histológicos de pólipos: los adenomas son tumores benignos que tienen riesgo de evolución maligna con el paso del tiempo y el aumento de tamaño, por lo que su extirpación previene los tumores malignos. Posteriormente se recuperan algunos fragmentos o la totalidad del pólipo para su examen histológico.

La polipectomía endoscópica puede subdividirse en mucosectomía o disección endoscópica de la submucosa, que consiste en la extirpación de la mucosa o submucosa de una zona del tracto gastrointestinal que presenta lesiones benignas o de base amplia. Las lesiones pueden ser benignas o malignas en una fase temprana, sin infiltrar las capas más profundas de la mucosa, por lo que la extirpación resuelve definitivamente la patología.

Estos procedimientos permiten conservar un macrofragmento de tejido con fines tanto diagnósticos como curativos.

¿Cuándo está indicado este examen?

El examen histológico es fundamental, ya que permite diagnosticar la naturaleza del pólipo y, por tanto, valorar si serán necesarias o no futuras exploraciones. Antes de extirpar el pólipo, el médico puede tomar pequeños fragmentos de tejido (biopsias), que se envían a anatomía patológica para su análisis microscópico o histológico. En el caso de los pólipos de gran tamaño, suele ser necesario un examen más exhaustivo para descartar la presencia de células transformantes (displasias) y, si están presentes, para identificar su localización.

La polipectomía endoscópica es un tratamiento definitivo en la mayoría de los casos, pero si hay células en un estado avanzado de transformación (displasia severa) en la base del pólipo o en el pedículo, se requiere una cirugía para extirpar la sección afectada del intestino o del estómago.

¿Cómo se realiza?

Los procedimientos, generalmente realizados bajo sedación profunda con asistencia anestésica, se llevan a cabo introduciendo un pequeño tubo flexible provisto de una cámara en la punta o de lentes (fibra óptica) y dotado de luz propia por la boca (gastroscopia) o el recto (colonoscopia).

Existen tres tipos de extirpación de pólipos:

  • Polipectomía: el pólipo se extrae con un bisturí eléctrico especial en forma de bisturí eléctrico en forma de lazo que, de forma totalmente indolora, corta el pólipo quemando su base.
  • Mucosectomía: antes de la operación, para mejorar la visión y obtener una definición más precisa de la lesión, se utilizan sustancias que, pulverizadas sobre la mucosa, la colorean. Posteriormente, se inyecta una solución alrededor y debajo de la lesión con una aguja, lo que hace que la propia formación se eleve y facilite su eliminación.
  • Disección de la submucosa: El procedimiento se realiza con un instrumento especial que permite desprender la mucosa y la submucosa de las capas más profundas para evitar la perforación y la hemorragia; finalmente, se realiza una incisión circunferencial de la lesión y se extrae en bloque con el asa diatérmica. Con este procedimiento se pueden eliminar grandes áreas de tejido.

CÓMO PREPARARSE PARA EL EXAMEN

Si el pólipo está localizado en el estómago o en el duodeno, se requiere un ayuno de al menos 6-8 horas. Por lo tanto, si el examen se realiza por la mañana, se recomienda ayunar desde la noche anterior; si se programa por la tarde, se permite un desayuno ligero por la mañana.

Si, por el contrario, la polipectomía se refiere a un pólipo de colon, será necesario realizar una preparación adecuada para evaluar con precisión el intestino en ausencia de heces, al igual que en una colonoscopia. Por este motivo, el centro donde se realice el examen le proporcionará las explicaciones adecuadas sobre el tipo de sustancia laxante a utilizar y los consejos dietéticos.

Es importante seguir escrupulosamente las instrucciones que se le darán para la limpieza intestinal

Leer másLeer menos

Contraindicaciones

La polipectomía es un procedimiento seguro. Sin embargo, es esencial que los valores de coagulación de la sangre del paciente sean normales. Por este motivo, se pide al paciente que realice determinados análisis de sangre antes del procedimiento para confirmarlo. También es importante que se comunique al médico el uso de medicamentos (anticoagulantes, antiplaquetarios como la aspirina o antiinflamatorios) que puedan alterar la coagulación de la sangre. Tras la intervención, la alimentación puede reanudarse al día siguiente de la misma.

La incidencia de complicaciones de la polipectomía es relativamente baja. Las principales complicaciones a corto plazo son el dolor abdominal, la hemorragia en el lugar de la extirpación del pólipo y la perforación, que son más frecuentes cuando se extirpan pólipos grandes. Ambas complicaciones pueden resolverse con tratamiento médico o endoscópico y sólo en algunos casos será necesaria la cirugía.

En cuanto a las complicaciones a largo plazo, existe la posibilidad de que se produzca una hemorragia en los siete días siguientes a la intervención debido al desprendimiento de la escara creada por el procedimiento, que suele resolverse espontáneamente.

Otros riesgos potenciales se derivan del uso de sedantes en pacientes de edad avanzada o con enfermedades respiratorias o cardíacas graves.

¿Está interesado en recibir tratamiento?

Póngase en contacto con nosotros y le atenderemos.