Cirugía maxillofacial

La cirugía maxilofacial se ocupa de afecciones que van desde deformidades faciales, atrofias maxilares, sinusitis hasta quistes, tumores odontogénicos, trastornos de las glándulas salivales y traumatismos faciales. Los pacientes candidatos a la cirugía de las deformidades faciales (cirugía ortognática) son aquellos que tienen problemas funcionales de maloclusión dental a menudo asociados a dismorfias de los huesos faciales, o pacientes que roncan como en los síndromes de apnea obstructiva del sueño (SAOS). La finalidad de este procedimiento es restaurar la masticación, armonizar las características estéticas de la cara y en el SAOS, mediante el avance de los maxilares, aumentar el espacio respiratorio y disminuir el número de apneas.

La Cirugía Nasal y de los Senos Paranasales trata a los pacientes con dificultades respiratorias derivadas de un desarrollo incorrecto o de un traumatismo de la nariz mediante intervenciones de tabique-turbina-plástica, realizadas en hospital de día. A menudo, estos pacientes también presentan una inflamación de los senos maxilares que también puede ser consecuencia de patologías dentales; gracias a la ayuda de la endoscopia, esta patología puede resolverse con las técnicas más modernas y con menos molestias para el paciente.

En los pacientes que padecen la falta de dientes y la atrofia ósea (pérdida de hueso) en los maxilares se requiere la Cirugía de la Mandíbula Atrófica (Cirugía Preprotésica). La rehabilitación puede ir desde la implantología zigomática (también con guía quirúrgica digital) hasta técnicas avanzadas de injerto óseo o mucoso.