Gastrostomía endoscópica percutánea

¿Qué es?

Es un procedimiento que consiste en colocar un dispositivo en el estómago para conectar la cavidad gástrica con el exterior a través de un pequeño tubo. Este procedimiento permite administrar fármacos, alimentos y líquidos en pacientes que no pueden alimentarse por la boca, como alternativa a la alimentación parenteral o enteral por sonda nasal (a menudo contraindicada durante largos periodos).

¿Cuándo está indicado este examen?

Algunas enfermedades (neurológicas, infecciosas, cancerosas) pueden provocar una incapacidad temporal o permanente para alimentarse por la boca. En estas situaciones, es necesario tomar la nutrición por vía parenteral (infusión en una vena), o por vía enteral, colocando una sonda a través de la nariz hasta el estómago (naso-gástrica) o el intestino (naso-digiunal). Sin embargo, ambas soluciones presentan numerosos problemas cuando la alimentación tiene que durar mucho tiempo. En esta situación, ahora es posible colocar una gastrostomía por vía endoscópica. La implantación de una PEG no impide en absoluto la ingesta de alimentos por vía oral.

¿Cómo se realiza?

El procedimiento se realiza bajo sedación-analgesia moderada o sedación profunda, para causar las menores molestias posibles al paciente. Antes del procedimiento, se suele administrar una profilaxis antibiótica para evitar complicaciones infecciosas de la futura gastrostomía. Se utiliza una sonda, el gastroscopio, equipada con una cámara en la punta, que se introduce a través de la boca y en el estómago. La luz del gastroscopio en el estómago se refleja en la pared del abdomen. En este punto, el médico, tras realizar una anestesia local de la piel, pasa una pequeña aguja a través de la pared del abdomen hasta el estómago. A través de la aguja se pasa un fino alambre, que se agarra en el estómago a través del gastroscopio y se saca de la boca, para introducir la pequeña sonda, que permitirá administrar la alimentación y la medicación.

Contraindicaciones

Complicaciones: La PEG es un procedimiento seguro con una baja incidencia de complicaciones importantes (1-4%). Las complicaciones más frecuentes son la infección de la herida, que rara vez es grave, o la hemorragia en el lugar de introducción de la sonda. Otras complicaciones menos frecuentes son la hemorragia gastrointestinal, la peritonitis, la sepsis, la perforación intestinal, el absceso de la pared abdominal o las complicaciones relacionadas con la sedación.

Contraindicaciones: Las posibles contraindicaciones son la estenosis esofágica o, en general, la imposibilidad de alcanzar la luz gástrica con el gastroscopio. Otras contraindicaciones de la intervención son la coagulopatía grave, la ascitis masiva, el reflujo gastroesofágico importante, la hipertensión portal con varices esofágicas, el cáncer gástrico, la úlcera gástrica, la obesidad grave y la carcinosis peritoneal. La cirugía estomacal previa o las cicatrices abdominales extensas son contraindicaciones relativas (la viabilidad del procedimiento debe evaluarse caso por caso).

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