Hirsutismo
¿Qué es?
Es un crecimiento excesivo de vello en zonas del cuerpo de la mujer que son sensibles a las hormonas masculinas (andrógenos). Estas zonas incluyen la cara (en particular, la zona por encima del labio superior y la barbilla), el pecho, las areolas mamarias, el abdomen (en particular, la línea media o línea alba), la espalda, las nalgas, los muslos, los brazos (desde el hombro hasta el codo) y la región genital.
Causas y factores de riesgo
Entre las causas más frecuentes de hirsutismo se encuentra la policistosis ovárica, que da lugar a una producción excesiva de testosterona y otras hormonas andrógenas por parte de los ovarios, que en la ecografía suelen aparecer agrandados y con numerosos folículos en distintos estados de degeneración (de ahí el término incorrecto de ovario poliquístico). La policistosis ovárica es una afección benigna, pero puede, aparte de los problemas estéticos, ser una causa de infertilidad.
¿Cuáles son los síntomas?
El hirsutismo puede manifestarse de forma aislada, pero con frecuencia se asocia a trastornos como la irregularidad o la desaparición del flujo menstrual, la caída del cabello, el acné, el sobrepeso o la obesidad. En raras ocasiones, puede haber signos asociados de virilización, como el agrandamiento del clítoris, la disminución del tono de voz, la pérdida de la silueta femenina o incluso una decoloración negruzca de la piel, especialmente en la región del cuello o de las axilas (acantosis nigricans). Suele ser el resultado de una producción excesiva de hormonas andrógenas (conocidas como hormonas masculinas, pero también presentes en las mujeres) por parte de los ovarios o las glándulas suprarrenales. Otras veces, el hirsutismo se produce en presencia de niveles normales de andrógenos, debido a una excesiva sensibilidad de la piel a su acción.
¿Cómo se diagnostica?
Exámenes sugeridos
¿Cómo se trata?
La terapia implica, en primer lugar, normas de comportamiento destinadas a normalizar el peso corporal (de hecho, estos pacientes suelen tener sobrepeso). Entre los fármacos, un papel central lo desempeñan las píldoras que contienen acetato de ciproterona, un compuesto capaz de bloquear la acción de las hormonas androgénicas. La terapia debe prolongarse durante mucho tiempo y los resultados pueden ser insatisfactorios, especialmente en pacientes con poca adherencia a la dieta. La electrocoagulación o la terapia láser pueden ser ayudas terapéuticas valiosas.
Es importante que el tratamiento del hirsutismo no se quede sólo en manos de la esteticista, cuya tarea es flanquear y no sustituir el trabajo del ginecólogo y del endocrinólogo.
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