Estenosis aórtica

¿Qué es?

La estenosis aórtica es una enfermedad muy extendida, debida sobre todo al envejecimiento natural del organismo y a la calcificación de la válvula aórtica.  Generalmente surge a una edad avanzada, entre los 60-70 años. Más raramente, está causada por malformaciones congénitas o tiene un origen reumático.

La enfermedad consiste en la reducción de la apertura de la válvula aórtica calcificada, que se convierte en un obstáculo para el paso fisiológico de la sangre del corazón al cuerpo. El trabajo del corazón aumenta y el ventrículo izquierdo está sometido a una sobrecarga de presión. Con el tiempo, para compensar esta situación, el músculo cardíaco se engrosa y se fatiga cada vez más.

Causas y factores de riesgo

La causa más común de la estenosis aórtica es la degeneración calcárea de la válvula debida al proceso de inervación: suele manifestarse después de los 60 años. Existen formas de estenosis aórtica de aparición temprana, generalmente asociadas a formas congénitas de valvulopatía como la "bicuspidia" aórtica.

¿Cuáles son los síntomas?

La estenosis aórtica leve o moderada puede no presentar síntomas particulares. Cuando la estenosis aórtica es grave, suelen aparecer síntomas tanto de esfuerzo como de reposo. Los más comunes son el dolor en el pecho y la pérdida de conciencia (síncope). Cuando la fatiga cardíaca se agrava, comienzan a aparecer síntomas como la dificultad para respirar, la disnea de esfuerzo, la acumulación de líquido en los pulmones o en las extremidades inferiores.

  • dolor en el pecho
  • pérdida de conciencia (síncope)
  • dificultad para respirar
  • falta de aire en situaciones de estrés
  • acumulación de líquido en los pulmones
  • acumulación de líquido en los miembros inferiores

¿Cómo se diagnostica?

La estenosis aórtica se diagnostica con un ecocardiograma: el examen visualiza la reducción de la apertura de la válvula y cuantifica la gravedad de la estenosis midiendo el gradiente (es decir, la diferencia de presión) entre el ventrículo izquierdo y la aorta y midiendo el área residual de la válvula.

Exámenes sugeridos

¿Cómo se trata?

La medicación puede ayudar a controlar y reducir los síntomas en las primeras fases de la enfermedad, cuando la extensión de la estenosis es leve o de leve a moderada, mientras se controla la progresión de la enfermedad a lo largo del tiempo. En los casos de estenosis aórtica grave sintomática, la única solución es someterse a una intervención quirúrgica para implantar una válvula protésica.

La sustitución de la válvula aórtica calcificada se realiza mediante cirugía a corazón abierto, con cese de la actividad cardíaca y circulación extracorpórea. En la mayoría de los pacientes, este es el procedimiento de elección. La válvula estenótica nativa se sustituye por una prótesis, que puede ser:

mecánica, robusta y lo suficientemente duradera como para ser considerada una solución permanente. Los materiales metálicos que la componen obligan al paciente a seguir una terapia anticoagulante de por vida para evitar la formación de coágulos (embolias).

biológica, compuesta de un material de origen animal. Esta característica, por un lado, no requiere que el paciente siga un tratamiento anticoagulante, pero, por otro, expone la prótesis al desgaste con una posible necesidad de reintervención con el tiempo.

CIRUGÍA DE LA ESTENOSIS AÓRTICA

Los abordajes quirúrgicos que se pueden utilizar son diferentes según el grado de invasividad: la cirugía tradicional es la esternotomía total, mientras que la cirugía mini-invasiva se puede dividir en las opciones siguientes:

Esternotomía parcial superior o miniesternotomía: es la técnica más habitual, implica incisiones cutáneas más cortas y permite dejar parte del esternón intacto.

Minitoracotomía anterior derecha: se accede por el segundo espacio intercostal, con una incisión cutánea de aproximadamente 5-6 cm, sin dañar ninguna estructura ósea (esternón y costillas). La minitoracotomía, comparada con la miniesternotomía, ha demostrado mejores resultados clínicos, especialmente en la reducción de la incidencia de fibrilación auricular postoperatoria, y en la reducción de la estancia en la unidad de terapia intensiva y en el hospital en general.

TAVI

En la última década se ha desarrollado una técnica de implantación de la válvula aórtica totalmente percutánea. La intervención, denominada TAVI (Transcatheter Aortic Valve Implantation), es un procedimiento que se realiza de forma percutánea haciendo avanzar la prótesis a través de una punción de la arteria femoral (arteria de la pierna). Por lo tanto, el procedimiento se realiza bajo anestesia local, sin necesidad de abrir el tórax con una esternotomía y sin necesidad de circulación extracorpórea.

La TAVI se desarrolló inicialmente para pacientes que no eran candidatos a la cirugía tradicional debido a un riesgo operativo prohibitivo, y posteriormente logró excelentes resultados en pacientes con riesgo operativo alto, intermedio y bajo. En la actualidad, la TAVI es el tratamiento de elección para los pacientes con riesgo quirúrgico intermedio o alto y puede considerarse para todos los pacientes de 75 años o más.

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