Empiema

¿Qué es?

Se trata de un derrame pleural purulento, es decir, la presencia de pus en el espacio pleural.

Causas y factores de riesgo

El empiema en la mayoría de los casos es una consecuencia de la neumonía, que puede dar lugar a una pleuritis con derrame pleural; cuando éste se vuelve purulento, se trata de un empiema. El empiema también puede ser una complicación de la cirugía. Uno se pone enfermo cuando el sistema inmunitario es incapaz de responder eficazmente a una infección, ya sea porque ha reducido su eficacia o porque el germen que la causa es especialmente virulento.

Pueden verse afectados ambos sexos y todas las edades. Los niños también pueden verse afectados. Los pacientes con defensas inmunitarias disminuidas, como los sometidos a quimioterapia, los que padecen enfermedades inmunológicas o los pacientes con síndrome de inmunodeficiencia adquirida, son los más afectados.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas son inespecíficos; puede haber fiebre, tos con esputo, dificultad para respirar, elevación de los glóbulos blancos e índices inflamatorios como la VSG y la PCR. En la radiografía de tórax se reconoce un derrame pleural. El líquido tomado tiene características purulentas.

Se presenta en tres etapas que son una la evolución de la otra:

- exudativa

- fibrina-purulenta

- de la organización

¿Cómo se diagnostica?

Radiografía de tórax y TC de tórax con medio de contraste. En los niños, no siempre es necesario realizar una TC de tórax, ya que la ecografía torácica permite controlar la evolución del derrame.

Exámenes sugeridos

¿Cómo se trata?

En la fase exudativa el empiema se trata con un drenaje colocado en el espacio pleural para que la cavidad pleural pueda ser evacuada del pus. En la siguiente fase, el líquido comienza a organizarse formando concaminaciones, en cuyo caso la limpieza de la cavidad pleural requiere una toracoscopia. En la última etapa, el pulmón está atrapado por la pleura visceral que lo cubre, que se ha vuelto gruesa y rígida y no permite una expansión adecuada. En este caso, es necesaria una intervención quirúrgica con apertura del tórax (toracotomía), que permite la limpieza completa de la cavidad pleural y la decorticación del pulmón, es decir, la eliminación de una capa gruesa que lo atrapa. La terapia antibiótica intravenosa adecuada se asocia a las tres etapas. Con estos tratamientos, el paciente se recupera completamente de la enfermedad sin ninguna secuela.

Las complicaciones del empiema pueden ser la fibrosis pulmonar, deformación de la pared torácica, drenaje espontáneo del empiema a través de la piel (empiema necessitatis) o a través de un bronquio (fístula broncopleural).

¿Dónde lo tratamos?

En el Grupo San Donato, puede encontrar :especialistas en afecciones en estos departamentos:

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