Las diferencias entre fibromialgia y polimialgia reumática

Las diferencias entre fibromialgia y polimialgia reumática

Fecha de publicación: 26-04-2024

Actualizado en: 26-04-2024

Asunto: Alergia, Inmunología, Reumatología y Enfermedades Raras

Tiempo estimado de lectura: 1 min

La polimialgia reumática y la fibromialgia son enfermedades reumatológicas caracterizadas por síntomas dolorosos intensos que afectan a las estructuras musculares. Su diagnóstico, por desgracia, no siempre es fácil y, a menudo, las 2 patologías no son bien conocidas, por lo que los pacientes las confunden. El Dr. Luigi Sinigaglia, especialista en Reumatología de la Casa di Cura La Madonnina, nos informa sobre ellas y nos explica sus diferencias.

Diferencias clave entre fibromialgia y polimialgia reumática

Aunque se trata de dos enfermedades que pueden generar síntomas dolorosos en los músculos, la polimialgia reumática (PR) y la fibromialgia (FM) difieren fundamentalmente en una serie de características, como la edad, el sexo, el estado inflamatorio y la localización del dolor. Veámoslas en concreto

Edad

La polimialgia reumática suele afectar a personas mayores de 50 años, siendo la mayoría por encima de los 65 años.
La fibromialgia afecta predominantemente a personas más jóvenes y en edad fértil.

Sexo

La polimialgia reumática afecta generalmente a ambos sexos, con una ligera prevalencia para el sexo femenino.
La fibromialgia afecta con clara predilección a las mujeres jóvenes y mucho menos a los hombres.

Estado inflamatorio

La polimialgia reumática se presenta con síntomas dolorosos intensos en los hombros y las caderas (cintura escapular y pélvica) de naturaleza inflamatoria, que se manifiestan por la noche y sobre todo al despertarse por la mañana.
La fibromialgia, que está relacionada con una alteración de la percepción del dolor sobre una base probablemente neuropática, no es una enfermedad inflamatoria. No se asocia a alteraciones en las pruebas de laboratorio y provoca un dolor continuo sin focalidad nocturna ni matutina.

Localización del dolor 

La polimialgia reumática se manifiesta con dolor bilateral y limitación funcional que suele afectar a los hombros y las caderas (región externa de las caderas y las nalgas) o a ambos.
La fibromialgia es un síndrome de dolor crónico generalizado que puede afectar a todas las regiones somáticas.

Causas diferentes

La polimialgia reumática es un proceso inflamatorio que se produce sin ninguna predisposición específica y por causas aún desconocidas. Aunque la fibromialgia también se desarrolla por causas aún desconocidas, según algunas teorías, podría deberse a una alteración en el procesamiento del estímulo doloroso (nociceptivo) a nivel de determinados circuitos neurológicos.

¿Son hereditarias la polimialgia reumática y la fibromialgia?

La polimialgia reumática y la fibromialgia no son enfermedades hereditarias. Sin embargo, en el caso de la fibromialgia, estudios recientes demuestran que los factores familiares y genéticos, combinados con factores ambientales, podrían desempeñar un papel clave en la aparición de la enfermedad.

Cómo se realiza el diagnóstico diferencial

Por lo general, la polimialgia reumática y la fibromialgia pueden diferenciarse mediante un análisis de sangre para evaluar los índices inflamatorios (VSG y PCR). En el caso de:

  • valores elevados de VSG y PCR: es indicativo del proceso inflamatorio asociado a la polimialgia reumática;
  • valores normales de VSG y PCR: es indicativo de fibromialgia.

Cabe señalar que el diagnóstico de fibromialgia lo realiza el reumatólogo tras la exclusión de otras patologías. Sin embargo, incluso la presencia de índices inflamatorios elevados no es por sí misma indicativa de polimialgia reumática, sino que debe ser valorada cuidadosamente por el especialista en el cuadro clínico global de la persona.

Tratamiento de la polimialgia reumática y la fibromialgia

Las 2 enfermedades también requieren un enfoque diferente del tratamiento.

La polimialgia reumática tiene como tratamiento de elección la administración de corticosteroides, que desempeñan una función curativa y no sólo de control de los síntomas. Unos pocos miligramos inducen una regresión casi completa de los síntomas a las pocas horas de su administración. A medida que descienden los índices inflamatorios, el médico reduce gradualmente el consumo, valorando el estado general de salud del paciente, la presencia o ausencia de otras comorbilidades y la posibilidad de posibles recidivas.

La fibromialgia, en cambio, no responde a la terapia con cortisona. Hasta la fecha, todavía no existe un remedio que pueda curar esta enfermedad, pero se siguen una serie de enfoques, a menudo combinados, para aprender a vivir con ella. Los fármacos prescritos actúan sobre otros elementos como, por ejemplo, el sistema nervioso central y a ellos se pueden añadir terapias coadyuvantes como, por citar algunas, ozonoterapia, acupuntura, deportes relajantes (yoga, pilates, etc.). En estos casos, la fisioterapia y las técnicas de relajación muscular desempeñan un papel fundamental.

Consecuencias para la salud

La polimialgia reumática es una de las pocas enfermedades reumatológicas que, si se sigue escrupulosamente la terapia con cortisona, se cura definitivamente en al menos el 60% de los casos, permitiendo al paciente reanudar su vida normal en pocos días.

"La polimialgia reumática no suele dejar secuelas funcionales y no amenaza la integridad de las articulaciones afectadas ni siquiera durante su fase aguda en la que, en cualquier caso, estaría indicado el reposo", explica el Dr. Sinigaglia.

Incluso la fibromialgia, a pesar de los dolorosos síntomas asociados a ella, no daña músculos ni órganos, ni es de naturaleza degenerativa.

"La dificultad importante en este caso", concluye el doctor, "es precisamente la identificación de una terapia eficaz contra el dolor, que si no se trata adecuadamente compromete drásticamente la calidad de vida del paciente, volviéndose muy incapacitante".

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